El documento aborda la autonomía profesional en la medicina, enfatizando la necesidad de un enfoque sistémico que combine la calidad en la atención centrada en el paciente con la regulación y capacitación de los profesionales. Se destaca que la modernización del ejercicio médico implica una responsabilidad compartida en decisiones basadas en evidencia y atención ética. Además, se menciona la importancia de un buen gobierno corporativo y clínico para asegurar la calidad y seguridad de los servicios en salud.