La inquisición española fue establecida en 1478 por los Reyes Católicos para mantener la ortodoxia católica. El tribunal del santo oficio se estableció en la ciudad de México en 1571 para proteger la fe católica en el virreinato de la Nueva España. El primer auto de fe se realizó en la ciudad de México en 1574 donde varios herejes fueron juzgados por el tribunal.