Durante la Edad Media, la literatura gallega se desarrolló en un contexto feudal en Galicia y Portugal, con una rica producción poética que abarcó principalmente las cantigas. Estas se clasifican en tres géneros: cantiga de amor, cantiga de amigo, y cantiga de escarnio y maldicir, cada una con características y estilos distintos. A finales de este periodo, la literatura gallega experimentó un declive, llevado por la imposición del poder castellano y la falta de promotores y creadores.