La psicología comunitaria se considera una subdisciplina de la psicología que busca un cambio de paradigma y se centra en la intervención social más que en el conocimiento teórico. Se define a través de diversos modelos que analizan las relaciones entre individuos y comunidades, además de enfatizar la autogestión y el papel positivo del entorno social. Los fundamentos de esta disciplina fueron establecidos a partir de conferencias y estudios en la década de 1960 y han evolucionado para incluir diversas perspectivas teóricas y prácticas.