Europa sufrió una crisis en el siglo XIV que causó 25 millones de muertes debido a cambios climáticos, hambrunas, guerras y la peste bubónica. La peste se extendió desde Asia a Europa matando a la mitad de la población europea. Los reyes católicos unieron a Castilla y Aragón a través del matrimonio y establecieron una monarquía autoritaria, conquistaron Granada y expandieron su imperio a América y el norte de África.