Mas familias, menos prejuicios.
- 1. PABLO HIDALGO RESTREPO. 95081617903 MÁS FAMILIAS, MENOS PREJUICIOS. Desde hace tiempo ya el matrimonio igualitario ha sido un tema controversial que se ha prestado para una división entre quienes lo apoyan y quienes lo desaprueban. En este punto de la discusión se distinguen ya 14 países donde esta modalidad del matrimonio es una realidad; países como Francia, España, Holanda y Canadá han hecho de este parte de su legislación, mostrando así que no se asimila ningún tipo de discriminación guiada por diferencias sexuales, ni siquiera en lo más mínimo. A continuación quedarán expuestas las razones por las cuales el matrimonio igualitario, más que una problemática, una solución. Un argumento en contra muy común a la hora de hablar acerca del matrimonio igualitario, es aquel que afirma que el hecho de que un niño tenga padres homosexuales, llevará indiscutiblemente a que tal niño crezca con tendencias homosexuales. Entiéndase la orientación sexual como una atracción emocional, romántica, sexual o afectiva, esta es parte del individuo y no puede verse afectada por factores externos. La identidad sexual es moldeada desde temprana edad, el único factor que influye en esta identidad – según la ciencia- son los genes o una orientación innata. Si la orientación sexual por parte de los padres, influye también a los hijos ¿cómo se surgió la homosexualidad?, ¿por qué hoy día se conocen padres homofóbicos -heterosexuales radicales-, que desechan a sus hijos por el hecho de ser gay? ¿Por qué se conocen casos de parejas homosexuales con hijos heterosexuales? queda empíricamente comprobado que la orientación sexual, es algo innato qué no puede ser influenciado. No aprobar el matrimonio igualitario, haría que se incurra en desigualdad y discriminación, pues este no se busca por un simple capricho, se busca paridad y justicia. Cuando los homosexuales presentan sus intereses es porque consideran que estos no han sido tomados en consideración dentro de la sociedad, esto es lo que se puede calificar como la primera etapa de un proceso deliberativo (Nino, C). Algunos proponen llevar a cabo al matrimonio sin denominarlo como tal, lo que es
- 2. efectivamente un acto discriminativo. La aceptación de dicha unión implicaría no solo denominarlo, sino asumirlo como una unión legítima y común. Una muestra de lo que aquí llamaremos “discriminación implícita”, está dada por la actual situación colombiana, donde a partir del 21 de junio las parejas homosexuales podrán acudir a un notario legitimar su relación, también tendrán los derechos y deberes de una pareja colombiana, pero, a pesar de esto, su unión no será reconocida como un “Matrimonio” sino como una “unión solemne”. Evidentemente se trata de un acto discriminativo y diferencial, donde se vulneran los derechos de, más que ciudadanos, seres humanos. Hoy día, tras 35 años de investigación científica objetiva, está claro el hecho de que la homosexualidad no es una enfermedad o un trastorno mental o mucho menos un problema emocional; es simplemente una preferencia. Lo que nos lleva a deducir que al ser seres humanos comunes y corrientes, las parejas homosexuales están en capacidad de formar una familia, y a la larga ser buenos padres aun que no sea posible de manera biológica. Esta unión permite estructurar muchas más familias, dar oportunidades a niños y adolescentes de tener una vida plena y sana, además de dar cabida a que se terminen los tabús y prejuicios acerca de este fenómeno. Concluyendo, más que una problemática propuesta por rígidos eclesiásticos y teóricos dogmaticos, es una posible solución a la carencia de optimas familias, que implicaría aceptar seres humanos con una concepción sexual diferente dentro de los parámetro de nuestra legislación.