La agricultura sostenible busca mejorar la calidad ambiental y los recursos de los que depende la agricultura a largo plazo, satisfacer las necesidades humanas de alimentos y fibra de manera económicamente viable y mejorar la calidad de vida de los productores y la sociedad. El desarrollo sostenible requiere un equilibrio entre lo económico, social y ambiental para satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las futuras generaciones.