El documento describe la relación entre el Espíritu Santo y María. Explica que el Espíritu Santo guió a María y moldeó su personalidad para agradar a Dios, inspirándola y enseñándole en los momentos más importantes de su vida. También señala que María estuvo llena del Espíritu Santo y que sin su presencia no podríamos entender su influencia en la Iglesia.