El documento describe la estrecha relación entre la fe y la caridad. Explica que la fe es la respuesta al amor de Dios revelado en Jesucristo y que la caridad es la vida en la fe a través de obras de amor al prójimo. Aunque la fe precede a la caridad, ambas virtudes teológicas están íntimamente unidas y no pueden separarse. La Cuaresma es un tiempo para fortalecer tanto la fe como la caridad.