Miriam creció en una familia numerosa en el campo sin acceso a la electricidad, el agua corriente o la tecnología. A los 14 años obtuvo su primer celular y ha visto grandes cambios tecnológicos a lo largo de su vida, incluyendo el paso de las cámaras de rollo a las digitales y el reemplazo de la videocasetera y la radio por el DVD y el equipo de música. Ahora trabaja como maestra jardinera y sigue persiguiendo su meta de educar a los niños.