El documento aborda la complejidad de la motivación en el ámbito laboral, subrayando que no se puede motivar a quienes no quieren ser motivados, lo que significa que la responsabilidad principal recae en el colaborador. A pesar de las numerosas políticas y sistemas incentivadores, el verdadero desafío radica en comprender los factores que obstaculizan la motivación intrínseca de las personas. Se enfatiza la necesidad de crear entornos de trabajo que fomenten la autodeterminación y el sentido en las tareas para lograr un rendimiento auténticamente motivado.