La lactancia materna es esencial para la salud y desarrollo del recién nacido, proporcionando beneficios nutricionales, inmunológicos y psicosociales, además de fomentar el apego emocional entre madre e hijo. Se recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida, ya que mejora el crecimiento y desarrollo cerebral, además de reducir el riesgo de enfermedades. También tiene beneficios para la salud de la madre y el medio ambiente, generando ahorro económico y protección ambiental.