El manual de instrucciones para guardas de seguridad establece protocolos claros sobre la presentación personal, la atención al público, el control de acceso y la gestión de emergencias. Los vigilantes deben mantener un comportamiento profesional, evitar interacciones inapropiadas y seguir estrictamente las normas de seguridad para proteger la integridad de los residentes. Además, se enfatiza la importancia de registrar todas las actividades relevantes y mantener un ambiente ordenado y seguro en la portería.