El modelo tradicional de enseñanza concibe al profesor como un artesano que explica claramente los conocimientos de manera progresiva enfocándose en el aprendizaje del alumno, quien es visto como un recipiente vacío que debe ser llenado. Se da gran importancia a la transmisión de conocimientos a través de la memorización, mientras que el docente expone y el alumno escucha de manera pasiva.