El documento aborda la atención a la diversidad y destaca la importancia de reconocer la discapacidad como una construcción social en lugar de un déficit individual. Se critica la perspectiva tradicional que deshumaniza a las personas con discapacidad y propone un modelo social que aboga por la dignidad, igualdad de oportunidades y adaptación del entorno. Se concluye que el enfoque debe ser integral, resaltando la colaboración interdisciplinaria y la eliminación de estigmas asociados a la discapacidad.