La Tierra realiza dos movimientos: rotación, que dura 24 horas y da lugar al ciclo día-noche, y traslación, que toma 365 días y determina las estaciones al orbitar alrededor del Sol. La inclinación del eje terrestre, de 23,5 grados, afecta la intensidad de la luz solar que recibe cada hemisferio, provocando estaciones opuestas en el hemisferio norte y sur. Ambos movimientos son fundamentales para entender fenómenos como el ciclo día-noche y el cambio de estaciones.