El Monasterio de Batalha en Portugal, construido entre 1386 y 1517, es un ejemplo destacado de la arquitectura gótica tardía y estilo manuelino, erigido en agradecimiento por la victoria en la batalla de Aljubarrota. Este sitio, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, alberga importantes tumbas reales y elementos simbólicos de la historia portuguesa. Su construcción estuvo vinculada al reinado de Juan I, consolidando su dinastía tras la victoria sobre el ejército castellano.