El movimiento natural de la población en España ha pasado por tres regímenes demográficos: 1) el antiguo con altas tasas de natalidad y mortalidad; 2) la transición demográfica con descenso de la natalidad y mortalidad; y 3) el moderno con bajas tasas de natalidad y alta esperanza de vida. Actualmente, el crecimiento natural es bajo debido a la baja fecundidad y el envejecimiento de la población está incrementando la tasa de mortalidad.