El documento describe cómo los narcotraficantes en América Latina se involucraron en el fútbol como una forma de lavar dinero y ganar influencia. Pablo Escobar compró el equipo Atlético Nacional en Colombia y contrató a los mejores jugadores para demostrar su poder e influencia. Los narcotraficantes también organizaban partidos privados donde apostaban grandes cantidades de dinero. Escobar llegó a ser uno de los narcotraficantes más poderosos en los años 1980 debido a su alto grado de corrupción e intimidación para controlar el tráfico de coca