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LAS .OPlNIONES DE LOS AUTORES NOSÓN NECESA-
RIAMENTE COMPARTIDAS POR LOS EDITORES~ y
LOS ASESORES.
SAMUEL LlCHTENSZTEJN curs6 estudios de economía en la Universidad de la República y de progra-
maci6n y desarrollo econ6mico en el Instituto Latinoamericano de Planificación y Econom:a Social (Il-
PES) de Santiago de ChUe. Es egresado como contador de la FacU'lt,ad d'e Ciencias Económicas
y de Administraci6n (1963) Y como programador industria,l en el curso de'l IlPES (1964).
Es catedrático interino de Economía Monetaria en la Facul,tad de Ciencias Econ6micas y de Adminis-
tración. Está encargado como Jefe de investigación del Instituto de Economía de esa misma Facultad,
al que ingres6 por contuno de méritos y pruebas. Desde 1965 ha realizado cursos de política y pro-
gramación económica en Bolivia, Brasil, .Chile y Panamá. Particip6 en el Curso de Verano de fa Uni-
versidad de la República del año 1965. Ha escrito con Alberto Couriel el libro "El f. M. 1. y la crisis
econémica nacional" y participó en el libro del Instituto de Economía "El proceso económico del
Uruguay. Contribuci6n al estudio de su evolución y perspectivas". Ha sido funcionario del Banco de
la Répública y del Banco Central. En tal carácter particip6 en diversas publicaciones técnicas de esas
,nstituciones y del C. l. D. E.
INTRODUCCION
influencia ejercida por el nuevo orden en el
mundo capitalista.
La demarcación histórica que permite identi-
ficar cada etapa es aproximada. Su utilidad con-
siste en posibilitar un mejor análisis de los cambios
operados en las relaciones comerciales con el exte-
rior. Con idéntico
de abordarse siguiendo un
basado sucesivamente en la
exportaciones, la COlnP'OSlClófn
la magnitud del
relaciones de dependencia.
El comercio exterior uruguayo abarca los múl-
tiples aspectos del intercambio de mercaderías en-
tre nuestro país y el resto del mundo. Desde el
punto de vista económico, esas relaciones comer-
ciales forman parte de un cuadro mayor de tran-
saccio efinidas en los procesos de producción,
y consumo de la sociedad en su con-
junto. mpero, el comercio exterior adquiere una
importancia fundamental en el acontecer histórico
del Uruguay: en efecto, ha sido el eje alrededor
del cual han girado, en gran medida, sus procesos
económicos y sociales. Su estudio nos brinda, pues,
un ángulo eficaz para aproximamos a las etapas
fundamentales del desarrollo nacionaL
Pueden distinguirse tres períodos en el inter-
cambio comercial del Uruguay con el exterior que,
precisamente, corresponden a otras tantas fases de
su evolución económica, con rasgos parale~os a
la de países como Agentina, Brasil y Chile:
La etapa que culminó con la crisis mundial
del año 1930. Se caracteriza por la eonsolida-
ción del proceso pecuario exportador.
La etapa que abarcó un cuarto de siglo apro-
ximadamente (1930/54), en la que transcu-
rrieron varias instancias de la reestructuración
del mundo capitalista (depresión en la década
del 30, segunda guerra, reconstrucción euro-
pea y guerra de Corea). En ella se consolida
una estructura industrial orientada a la susti-
tución de importaciones.
La etapa que cOInenzó a mediados de la dé-
cada del 50 y que aun hoy continúa. En su
transcurso se observa una crisis crónica de
nuestro comercio exterior cuyo origen es dable
adjudicar tanto al particular desarrollo econó-
mico de las dos etapas anteriores como a la
.La lana ha sido uno de los rubros más importantes, en volumen y valor, de nuestro comercio extemo.
CICLO PECUAIIO EXPOITA DI
COMPOSICION DE LAS
EiXlItOR-rACIONIES
A comienzos de su independencia politica Uru~
guay fundamentalmente cueros vacunos,
cneros yeguarizos y carne salada. En el transcurso
de las .tres décadas posteriores no se produjeron
cambios sustanciales en este cuadro de ventas al
exterior. En efecto, los cueros siguieron siendo el
principal rubro exportable; representaban el 34.1 %'
del total, hacia 1862. :
Un primitivo modo de producción apoyado
sobre el binomio ganado criollo-industria saladeril,
orientado básicamente a la extracción del cuero,
llenó toda una primera etapa del ciclo productivo
exportador del país. El desarrollo de los propios
.saladeros, que al decir de Barrán y Nahum fueron
"el nucleo protagónico de la industria de carnes
hasta 1913", no llegó a alt~r esta "edad del
cuero" de nuestra economía, dada la escasa diver~
sificación que introdujo por los nuevos valores
extraídos al ganado (grasas y sebos).
El primer fenómeno relevante que impuso un'
verdadero cambio en la composición na·tural de
la producción rural -así como en sus formas de
trabajo y sus valores- apareció con la franca
incorporación del ganado ovino y la explotación
de las lanas. Los primeros antecedentes de expo:rta~
ción lanera se remontan al año 1842, cuando ese
rubro llegó a representar un 3.7 % del total de
ventas al exterior. A partir de entonces su parti~
cipación sigl.lió ascendiendo a tal punto que en
el quinquenio 1906/10 ya resultaba el primer
rubro exportable con un 40.2 % del total.
En la segunda mitad del siglo XIX existieron
otras muestras de la creciente diversificación de
las exportaciones, aunque no fueron tan impor~
tantes. Uno de estos ejemplos de diversificación
puede encontrarse en la exportación de extractos
de carnes y "comed beef" (carnes cocidas envasa-
das), que se inició con la instalación'de dos esta-
blecimientos: Liebig's y Trinidad. Su impulso pri-
mario, que tuvo lugar entre los años 1861 y 1868,
El auge del cuero en las exportaciones llenó toda
una etapa de la vida económica nacional.
se aceleró en las dos décadas siguientes, para decaer
hacia fines de siglo. Cerró sus puertas, por enton~
ces, la planta Trinidad.
En segundo término puede mencionarse la cre-
ciente, aunque irregular, exportación de productos
agrícolas.. El maíz y el trigo llegaron a proporcio-
nar el 5 % de las exportaciones totales a· comienzos
del presente siglo.
Hacia la primera década del siglo XX el pa-
norama del comercio exterior uruguayo se caractc:
rizaba por dos procesos contrapuestos. Por un iado,
la ascensión de la lana al primer lugar en la gama
d~ productos vendidos al exterior; por otro lado,
el decaimiento de las exportaciones de carnes sa-
ladas (tasajo) a la que se añadía el descenso no..
torio de los cueros. El dinamismo· de la lana reflejó
la evolución de la demanda externa; simultánea~
nes se
guerra mtlnCllal
propio transcurso
inclusión de
7
En efecto, las principales importaciones consis-
en comestibles y bebidas (vinos, yerba, hari-
iInportaciones realizadas por el Uruguay
en el medio siglo de su independencia polí-
tica se ajus.taron a las características de una
economía asentada sobre un proceso
básicamente ganadero. En ese pe-
las mercaderías adquiridas en el exterior
correspondían, casi exclusivamente, a bienes ma-
o agrícolas para consumo de la po-
COMPOSICION DE
IMPORTACIONES
de las
detemlÍnj~ba.n el nivel de los ln2reslos
nos, dimensión del consum<¡ y, en
montos de importación.
Esa sujeción del consumo -y por en-
de de las importaciones- a las
derivaba de las características de nuestro nf"~~!:ltr1rnllln
productivo, muy endeble para acumular sutlcu~ntc~s
reservas de oro o moneda extranjera. Sólo a partir
de la primera guerra el Uruguay logró reunir re-
servas relativamente elevadas. Por su parte, aun-
que en ese período se· obtuvieron préstamos ingle-
ses y aun norteamericanos, éstos no tuvieron su-
ficiente entidad ni destino adecuado para permitir
que se sostuvieran déficits prolongados.
La dimensión del intercambio internacional re-
sultaba, pues, netamente dependiente de la evolu-
ción de las exportaciones. Impulsos o depresiones de
estas últimas se reflejaban claramente en nuestras
importaciones. De ahí que no deba extrañar que
las tres últimas décadas del siglo XIX exhiban
un crecimiento anual más lento de valores comer-
ciados, cuando se lo -compara con el de las tres
primeras décadas del siglo XX (3 % contra 4.4%,
respectivamente), ya que las exportaciones crecie-
ron más intensamente en este último período,
Un análisis pormenorizado del intercambio ex-
terno permite observar un rápido aumento en su
dimensión a partir de los fines de la Guerra Gran-
de, una vez iniciada la consolidación del régimen
económico y político nacional (1862/72). La tran-
sición operada en la confol1nación productiva ha-
La evc)lU(;1Óin externo rCtÚ12:ádo
por el ritmos de crecm:lielllto
en el período 1860/1930. Esas variaciones en el
del COlneI'clO exterior ~tn..r1.p"'I!U"
todo, a
MAGNITUD DEL INTIRCAMIIO
COMERCIAL
la
CUADRO NQ 1
COMPOSICION DE LAS IMPORTACIONES
(1812/1930)
(EN %)
XX, las
de mercería y las
malnulllctl1ras de cueros. En el 1872/1902
estos productos en promedio,
de un 60 el
perl0dln 1924/30, en sólo negaban al
treinta por ciento, aproximadamente.
Compensando la reducción alu-
se observó un incremento en las compras de
nuevos bienes de consumo. Al respecto, puede des-
tacarse que hacia el año 1930 los automóviles y
eléctricos representaban un por-
centaje cercano al 10 de las importaciones to-
10
A
uruguayo en la existencia de
escasos tanto en lo relativo a pro-
ducción ","v,"n...+",rf", como en lo a los
productos Es ilustrativo el hecho
que sólo entre el y
85 % de en el
do 1870/1930.
a Inglaterra en ....,,'vvu....
LOS MERCADOS
Los
un país
claros de su
exterior.
cos mf~rC::ld()S
términos de materias
calidad de carnes consumo.
Ese pasaje de un mundo
dón rural a una
una distinta inte~l~ac:Lón
guayas a las
Por lo
cesos
mico de
nuestros aU[er:lones
decadentes regí
Si ello resultó
nuestro lnC:I]Jloen1te
eliminación
de la de¡:)enc:1en
les o J)alrcl~l1es
ALGUNOS EJEMPLOS DE LA DEPENDENCIA EXTERNA
DE NUESTRAS EXPORTACIONES
carnes.
-guerras evolución de la producción pe-
a los que los historiadores y econo-
han o~orgado un lugar de preferencia en
el desarrollo nacional durante ciertos períodos. No
ob,l,tallte, en una perspectiva de largo plazo y como
esos mll;rrHlS estudiosos' han señalado, la dependen-
cia externa aparece como elemento trascendental
para el ritmo y el rumbo de nuestro pro-
ceso eC(l>nólmico.
En lo atlneltlte al comercio exterior y en partí-
al nos ocupa, esa condición de-
se en tres planos: la evolución
las exportaciones, los mercados y la participa-
de empresas extranjeras en el comercio de
contienda
de nuestros
del
20.
P111rnTpr de fines de
y observarse
UM En
tan sólo años se duplicó el monto
intercambio lnt:en~p.(:lOlt1aJ uruguayo, en el que
mucho en pre-
cios de y de
La finalización de la
mundial produjo un descenso
la de
productos. el ritmo
comercio exterior década del
CARACTERISTICAS y EFECTOS DE LA DEPENDENCIJ.
La evolución de las exportaciones uruguayas,
país que realiza transacciones se examinó, estuvo caracterizada por la
les con otras naciones define una cierta de nuevos rubros que fueron conforman-
dependencia, dado que pone de una estructura que en líneas generales tipifica
ne!c:es:Ld.a,d. de complementar su proceso su comercio actual. En un primer momento se
y consumo con los procesos cumplidos en otros mostró el predominio del cuero y el tasajo, que
espacios económicos. Vistas desde otro derivó a la decisiva gravitación de las lanas
relaciones de dependencia nuestra y carnes. Este pasaje respondió a una adecuación
guarda con el exterior en del proceso productivo a las exigencias emanada.<;
de la demanda externa.quieren dos caracteres
tales y sustentan lazos de '.. era del tasajo había sido el resultado de
Las relaciones de dependencia son fundamen- un "acomodamientd~-dela explotación<i~l ga-
nado criollo con vista.., a abastecer los mercadOsporque a través de Uruguay su
perfil económico en su más amplio, y al- esclavistas (Brasil y Cuba) que reclamaban aH-
bergan nexos de porque nuestra eco-' mentos baratos, de fácil transporte y almacena-
nomía se integra a un. sistema capitalista que, al miento.
estilo apropia parte de su social El auge de las lanas y de las carnes enfriadas
en de determinadas áreas del que y congeladas, que impuso una verdadera modifi-
a su vez le trasmiten los efectos de sus fluctuaciones cación en la estructura productiva rural, fue la
económicas y políticas. Lo dicho no significa res· respuesta a la creciente demanda que el avance
tar importancia a los factores de. orden interno industrial europeo y norteamericano planteaba en
LAS RELACIONES DE DEPENDENCIA
cia de siglo ---aec:aCLenCla del cuero
sajo-- así como las crisis de CoJlOCaCl,on
y en el ritmo
de cre'clnruelt1to
En Uruguay, particularmente, dos de los
ros frigoríficos comenzaron a funcionar entre
1905 y 1916 fueron origen nacional: la
Uruguaya y el Frigorífico Artigas. Sin em-
hacia fines de la primera guerra mundial
había efectuado la tranferencia de los más
al poder de capitales ingleses (San-
sinena) y capitales e.stadounidenses del "Trust de
el
LA PARTIClPAGON DI LAS IMPRUAS
EXTItANJIRAS
este período la participación de empre-
ex1:rallje:ras es verificable en ambas ramas del
cOlne:r'ClO exteric:>r ,(exportaciones e importaciones).
mencionar, por su trascendencia, la expan-
810n frigoríficos extranjeros en el Río de .la
Plata, aunque ello no implica restar importancia
a ramificaciones extranjeras en el comercio de
en materia bancaria y en los ferrocarriles,
Estados Unidos, Bélgica, Argentina y
un período casi similar, esos seis países (con sus-
titución de Bélgica por Alemania) representaron un
porcentaje igu.al, esta vez ,como mercados pro-
veedores. La jerarquización de los mismos nos vuel-
ve a colocar a Inglaterra en primer término, segui-
da por Estados Unidos, Alemania, Francia, Argen-
tina y Brasil.
CICLO INDUSt'RIAL SUSt'ITUTI"ODE
IMPORTACIONES
El cU.arto de siglo que se extiende a partir de
la crisis mundial de 1930 asistió al ,crecimiento in-
dustrial del país, desarrollado paralelamente en
otros países latinoamericanos. ,La influencia de ese
crecimiento fue decisiva para el comercio exterior.
primer 'lugar,' porque provocó una reestructu-
ración de las impo,rtaciónes; en segundo térrnino,
porque ,alteró las modalidades de la dependencia
externa. Esasustítución de importacion~ fue el
centro de esta etapa histórica, del mismo modo
que el desarrollo de la diversificación exportable
había sido el foco de mayor interés en el período
anterior.
COMPOSICION DE LAS
EXPORTACIONES
Las exportaciones continuaron enmarcadas
dentro de los mismos lineamientos vigentes hacia
1930. Su base siguió siendo casi exclusivamente
<lgropecuarié. Los productos de este origen alcan-
zaron a.representar un 950/0 de las ventas al ex-
terior, en promedio. Por su parte, las laJlas y las
carnes ~en ese ()rden~ constituían los dos rubros
más . representativos; entre ambos alcanzaban un
75 '% de las exportaciones totales.
Por lo demás, corresponde destacar un leve
crecimiento en la exportación de productos agrí-
colas, más que suficiente para sobt'epasar la estan-
cada comercialización de cueros.
El cambio que más afectó la composición de
las exportaciones fue el mayor grado de industria-
lización registrado en las lanas (tops, hilados, te-
jidos) y en ciertos productos agrícolas (harinas,
tortas oleaginosas). Este -crecimiento de las expor-
taciones con mayor coeficiente de manufacturación
no fue ajeno al proceso general de industrialización
que se vivió, ni tampoco, claro está, a la política
proteccionista aplicada por entonces. No obstante,
esa expansión de las exportaciones manufacturada,;
19
al comienzo de la segunda guerra. La tasa de
descenso anual del % en los montos comercia-
entre 1931 y 1940 es un índice elocuente
en el exterior.
NQ 6 visualizarse la
de este sobre las
las que se mantuvieron a un nivel
inferior al que habían alcanzado en el afio ]930.
con-
hasta
total de compras
al
a..,'U..~~I'UH:lUc;t;:) durante ese con-
tuvo lugar posteriormente, en Corea.
:S11mlJllt¿me:al1aellte con el aumento de las im-
de bienes de se produjo un
el monto de bienes interme-
primas, combustibles y artículos
construcción), lq que se reflejó en la pro-
de importaciones correspondiente a dicho.'1
Este período presentó dos caras totalmente
opuestas en relación con el ritmo .de crecimiento
del intercambio externo. En el transcurso de la
década del 30 Y a comienzos de la década del 40,
nuestro comercio exterior pagó el precio de la
depresión mundial que siguió a la crisis del 29
MAGNITUD DEL INTERCAMBIO
COMERCIAL
República y Dirección de Estadistico.
CUADRO N'! 2
COMPOSICiÓN DE LAS
(1931
fuente: Banco
IMPORTACIONES
ran otras nuevas, que resultan de la reestructura
ción de las importaciones. Estos últimos temas~erá
analizados particularmente, dado agregan nue
vos matices a las condicionantes externas del ínter
cambio que habrán de influir decisivamente e
el período siguie.nte.
MAS DIVISAS A CAMBIO DEL MISMO
VOLUMEN DE VENTAS
El efecto de los términos del intercambio mid
la o pérdida que experimenta el país/el
virtud de la, variación de los precios de exprona
ción e importación. Desde fines de la segund
guerra mundial y hasta el año 1954 (con algun
años aislados anteriores), ese efecto se fue hacie
do en el Uruguay -como ·en buena parte
América Latjna- progresivamente positivo: s
vendía a precios cada vez más altos, ,con lo qu
un mismo volumen de unidades exportadas serví
para adquirir cada vez más unidades de impo
tación.
En el caso uruguayo, esa ganancia originada po
los crecientes precios de exportación permitió ocul
tarel estancamiento de los volúmenes físicos ven
didos, los que, a imagen de lo que ocurría con
producción ganadera en general, no se desarroU
ban desde los primeros años de la década del 3
Las relaciones de dependencia con el exterior
manifestaron, pues, con carácter favorable haci
ciertos .grupos nacionales: directamente, en fav
de los ganaderos, e indirectamente, en. beneficio
importadores e industriales que abrieron así
amplias posibilidades de compras al exterior.
obvio, pero conviene recordarlo, que los benefid
recogidos en este período no f'ueron el reflejo d
las tendencias normales del comercio exteripr siI
que, por el contrario, provinieron de factores ci
cunstanciales y extraordinarios.
la colocación de los saldos
de los internacionales de ex-
portación;
alta capacidad para importar, derivada del
alza de los valores de exportación y de la en-
trada de capitales del exterior;
normalización de los mercados
europeos y estadounidense.
En esas condiciones, el intercambio externo
uruguayo negó a operar anualmente cifras supe-
riores a los 500 millones de dólares.
LAS RELACIONES DE DEPENDENCIA
Las relaciones de dependencia del Uruguay
variaron cuando éste penetró en un nuevo estadio
de su desarrollo económico. Por un lado se confir-
maron áertos lazos de subordinación, como aque-
llos que impulsaban al país a oficiar de proveedor
de escasos productos básicos de la ganadería o
los que derivaban de la presencia de consorcios
extranjeros en los procesos de comercialización
de nuestros productos (carnes, lanas, cereales'
etc. ). No se insistirá sobre estf!S aspec pese
a lo cual debe constar al lector la im ancia
fundamental que los mism02 siguen mer~ciendo en
el comercio exterior uruguayo.
Por otro lado, se alteran ciertas modalidades
de la dependencia, vinculadas a los precios inter-
nacionales y a los mercados externos, y se configu-
magnitud del intercambio, que creció a tasas anua-
res del 7.7Cjó únicamente comp:arables con! las
se habían registrado durante la primera con-
mundial.
diversos jugaron en favor de ese ver-
tIgmoso crecimiento del comercio exterior uru-
guayo. Sintetizando, encontramos los siguientes:
20
IMPORTACIONES
'V¡;o,''-''~'''''''''''V por EE. UU.
a la cabeza de
ascenso norteamerican
al influjo de la retracción del c
durante la guerra, se mantuvo has
otra la contracci
relativ
vendedores o pr
oepe:naen'Cla mostró ciert
acontecimient
1:n'''''7'),''''''I"" la elección de nu
vos mercados de También tuvier
influencia las políticas de cuotas y convenios bilat
rales el en buena parte d
esta las circunstancial
europeo, fue n
dhrers;iti<:ación pr()OUlCICla en los mercados d
participación de paí
mismo modo que con 1
Estados creció en detrime
El papel principal de los Estad
como mercado abastecedor no fue aje
P011tl<:a de préstamos que ese país aplicó,e
que los prestatarios (Uruguay, i
U".1...1....~u los fondos prestados en adquirí
En términos no se produjeron cam
bias de real trascex:tdencia en lá dependencia
nuestro comercio exterior con respecto a un grup
escaso de mercados. Incluso el desplazamiento d
Inglaterra por los EE. UU. plasmó en función d
cambios ocurridos en el plano internacional, si
trastrocar mayormente la composición general d
nuestros compradores y vendedores tradicional
Únicamente la industrialización nacional, con s
distintos requisitos, y una política económica m'
intervencionista, lograron una mayor diversifica
ción de los mercados abastecedores.
continuó
LOS MERCADOS: LOS lE. UU. DESPLAZAN A
INGLATERRA
22
en
ción
rieron nuevas
ción de la actividad
Sl-paraen déficit
de las nuevas modalidades de depeJtldlen-
el de efecto que
trasmitieron a la actividad económica
En el análisis del. se
los ciclos externos '-'1-"".. ",....,........ fundamen-
sobre las por
su intermedio la marcha de las lmportaLcH).m~s y
la de cousumo de la po-
Cuando ese ciclo smlp}lllc:adO de
entr6 en
........."..v'",,,,,,,,, los efectos
los y
ese modo, fluctuaciones
exltendí2Ln su influencia sobre la actividad
éc(mélmilca interna en su y no únicamente
la de consumo como, en de:hnltnla
ocurría en el pasado.
La dependencia externa mostró, pues, un rostro
distinto en el proceso de sustitución de
La nueva composición de estas últimas
una subordinación tecnológica, una mayor
necesidad. de adquisiciones y una más compleja
vulnerabilidad de la economía uruguaya frente a
las fluctuaciones externas.
En resumen: el comercio exterior uruguayo en
el 1930/54 mantuvo las. características de
su estru·ctura exportadora agropecuaria, con alto
predominio de lanas y carnes. En cambio, las im~
portaciones mostraron modificaciones ",n su com-
posición, directamente vinculadas a los efectos de
una industrialización alentada por extraordinarias
minados para el
materias primas
esos internamente.
los bienes
eXlglan técnicas
de~;propIOr(aO]la(las con las
...."",..,,"....... n mercado interno.
nuestra industrialización ya surge
vista una las nuevas modalidades
de1perloenClla: la de tecnológica.
que lo que ~ hizo o
"'<!"""<>'-n1'><' de producción en el exte-
la gama de máquinas y materias primas ad-
~ de sus
técnicas a nuestro Esa adaptación no podía
tener, y no tuvo, una adecuada relación con los
recursos internos Y por
si las técnicas tendían a desplazar
mano de obra, ello no sino agravar las con-
diciones de un mercado de trabajo con ma:r:cada
tendencia a la desocupación. La sustitución de im-
portaciones alentó, pues, una tecno-
lógica que nos empujó a adquirir medios de pro-
ducción ajenos a nuestra dotación de recursos
internos. La evolución de esa misma tecnología
concebida cada vez más hacia mercados más am-
plios convertirá nuestra dependencia en un obs-
táculo para sostener el crecimiento de la industria
nacional.
Además, la industrialización no comportó un
menor nivel de exigencias en materia de importa-
ciones. Por el contrario, la necesidad de adquirir
los medios requeridos para.desarrollar la produc-
ción manufacturera operó provocando necesidades
crecientes de importación. Este proceso agudizó
la necesidad de divisas, que se hizo desproporcio-
nada en relación con el rendimiento de la exporta-
ción de carnes y lanas. La·brecha crecerá y se
los bienes importados satisficieron por mucho tiempo
la mayor parte de las necesidades del consumo.
primordialmente a producir lanas y carnes, no
eliminó la depiendenáa. Tan sólo; le imifJ'rimiá un
nuevo significado, una modalidad diferen.te, si nos
atenemos a· su efecto !>l'obre la composición y el
monto de las importaciones y a JiU influencia en
la actividad económica interna.
La estructura de las importaciones mostró, co-
mo hemos visto, una sustitución de productos ter-
24
Es en este campo donde se manifiestan lo,;
fenómenos más ilustrativos de la del c:nmf~rC:]lO
Una rápida recorrida de la evolución de
MAGNITUD DEL INTERCAMBIO
COMERCIAL
entre 1950/54 Sólo un 20 de la lana """"....r ....t·"rlr,
algún grado de elaboración, ese por'c,(~Il.ta lt;
se aproxima al 35 % en la a...I'Ua,.l.luau.
ducido tnarco de las modificaciones pr1odl11cj.das.
este fenómeno -aunque muy
de constituir un avance ......r'I,C"t1¡ .. 'r>.
las ventas uruguayas al eX1ter:Lor
panorama de las en
estos años estrecha con el de fines del
anterior. Las adquisiciones bienes de
consumo terminados abarcan alrededor 10
en tanto que los restantes rubros están básicamente
orientados al abastecimiento de la industria na,cio-
En este sentido, puede observarse que los
bienes intermedios crecen relativamente, en detri-
mento de la importación máquinas y equipos
(~n general.
La disminución de los bienes de im-
portados es fruto del estancamiento de la actividad
industrial y de la obligada restricción de las
taciones. Bajo esas circunstancias, las adQUlSH:lones
se han orientado a satisfacer los "'''''I"''';'''';'¡-'''''
para mantener el nivel de internas
apenas cubren la reposición en. materia de
narias. Esa composición de impOItaciones demues-
tra la falta de crecimiento de la economía.
esta situación puede explicar el descenso en la
adquisición de maquinarias y otros bienes de ca-
pital.
COMPOSICION DE
IMPORTACIONES
III I
COMPOSICION
:EXPORTACIONES
MENOS
VOLUMEN
El crecimiento del consumo interno, en el caso
de las carnes, restringió aun más los
tables.
Ese estancamiento
a apenas de¡sa¡:lar,eClerC)ll
internacionales, atrajo pero
la caída de las importaciones. Ambos procesos
coadyuvaron al retroceso de los montos del inter-
cambio total, hasta niveles que el país no conocía
desde los fines de la segunda guerra mundial.
LAS RELACIONES DE DEPENDENCIA
en estos últimos años cuando las relaciones
de dependencia se hacen sentir con mayor vigor y
nitidez. Una de las principales razones para que
ello ocurra así, proviene del hecho de que, a los
modos tradicionales de subordinación ya comenta
dos, se han agregado otras dos formas de depen-
dencia muy importantes: la financiera y la po-
lítica.
La dependencia financiera aparece estrecha-
mente ligada al proceso· de endeudamiento, inicial-
mente r~ultante de los· sucesivos déficit comer-
ciales que empujaron al país a recurrir a la finan-
ciación de bancos extranjeros e instituciones mo-
netarias internacionales.
dependencia política emanó de la sujeción
creciente de las decisiones nacionales a las direc-
tivas adoptadas por diversos centros de pOder
exterior, conforme a un enfoque económico
cuado a. sus intereses.
Es imposible disociar estas incisivas formas de
depend~ncia de la reestructuración producida, a
partir de la segunda guerra mundial, en el sistema
capitalista y en su centro re~tor, los Estados Uni-
dos. Mas sería simplista atribuirle el carácter de
único factor causal, ya que su influencia en el
Uruguay fue facilitada por particulares condiciones
económicas y políticas internas. economía a
29
EXTERIOR
y de los
permanentemente
de las
destinado q 1''''''A'''A'''<'~
provenientes
ese respecto la
de equipos o yy,'>r"""",,,_.
blicos constituyó un atractivo no
distintas negociaciones para la obtención de
tamos. El endeudamiento externo como relación
de dependencia apareció como una atadura finan-
pero fue también un mecanismo mediante
el cual se procuró abrir el mercado local a la
producción manufacturera---
del exterior.
LA DEUDA CRECIENTE Y SUS CONSECUENCIAS
La acumulación de saldos desfavorables en
relaciones comerciales con el exterior debió contar
con la financiación consiguiente. Durante varios
años esa financiación de los déficit S~ hizo a costa
de las reservas de oro y divisas que el país poseía.
evolución de los interna-
cionales no ha mostrado oscilaciones. Sin
embargo, la presencia de monopolios ex-
tranjeros, con filiales en el país y con alto dominio
de los mercados, hace muy factible la
de posibles efectos negativos en materia de precios.
30
(ación, es
sobre los
exterior -í ...t·"'rT1"'"
de
del ,cambio nm,ltnm
guayo
Según hemos visto, el comercio exterior un,-
guayo presenta un panorama crítico por las con-
tradicciones visibles en su actual desarrollo. Las
estructuras de orden interno y externo encaminan
las relaciones económicas internacionales por sendas
que tienden a agravar la situación de crisis, y
repercuten, a su vez, sobre la situación económica
general. Una proyección del régimen vigente en
nuestro comercio internacional, sólo puede con-
cluir en resultados regresivos para la realidad
económica y social del país.
La superación de esta fase decadente, propia
de un subdesarrollo común a la mayor parte de
las países latinoamericanos, exige amplios y pro-
fundos cambios por encima de las resistencias
locales e internacionales. Sólo un proceso de trans-
formación puede tornar positiva la influencia del
comercio exterior en el Uruguay. Aunque es obvio,
conviene advertir que todo proceso de cambio
implica ciertas rupturas con las relaciones de poder
económico y político vigentes y por ende compro-
mete má.;; planos de la actividad social que eJ
PERSPECTIVASde las medidas pr1ecC)lllzaclas
la libertad de 'V~"""~-I..~c'l'L.J.vJ.l'L,",
de un único tipo
convenios no logró el
alcanzar un equilibrio en nuestras
merciales y de con el exterior. Por
trario, los y el endeudamiento
prosperando, agravados por otros fenómenos, com
el alza de los niveles de precios y la emigració
de capitales.
La dependencia alcanzó así al plano político
las orientaciones y decisiones gubernamentales e
materia económica, en esencial las vinculada
con el ámbito del comercio internacional, queda
ron sometidas a las influencias y presiones ema
nadas desde ese poder constituido en el exterior
sin desmedro de admitir que ciertos grupos nacio
nales acordaron apoyar sus lineamientos.
En resumen, el comercio exterior ha
durante estos quince últimos años por una fa.,
crítica que no refleja sino las vicisitudes por 1
que transita el proceso económico general. I
perpetuación--de-una ·estruc-tura·· de g.}".:p().rtac¡:on
básicamente agropecuaria, en un contexto de pI'
ducción estancada y con baja en los precios inte
nacionales, se tradujo en una menor oferta
divisas, incapaz de dar sustento al nivel de exi
gencias de importación emanada preferentement
de la industria ya existente. En esas condicione
se fue produciendo una retracción del intercambi
internacional, a la vez que se acumuló una gra
deuda externa originada en los déficit del balanc
comercial. En este período, la dependencia
de manifiesto' por la influencia provocada por 1
baja de los precios internacionales de .PV'r..A"'t-'l'J.J.OJueH
por las ataduras financieras que produjo el endeu
damiento externo y por la creciente subordinació
política que se fue materializando en torno a 1
concepciones y las directivas del F. M. 1.
nación dominante en el sistema internacional de
La que del comercio internacional
tiene el se apoya en defensa del apro-
vechamiento de las de pro-
cada país ya sea por costos,
relativa abundancia (o bajos precios)
recursos En el fondo, no se hace
la estructura del comercio interna-
Del mismo modo en la época
frente al hispano, lusitano
división del comercio internaciJnal
de América Latina como expor-
materias primas, así como su -condiCión
nI'lcíerellíe consumidora de manufacturas.
La del F.M. 1. en América Latina
nació a mediados de la década 50, en la etapa
crítica de estancamiento productivo, déficit co-
y endeudamiento externo la región.
Su concepción se presenta como un medio para
solucionar esos problemas. Su receta propende a
implantar la total libertad en la cjrculación de
mercaderías y capitales. Todos los proteccionismos
ser rechazados: comercio bilateral, cuotas
o cupos de importación, tipos de cambio diferen-
subsidios, etc. Esa versión liberal -aunque
por los dominantes- expresa
'l)rl,nClPllOS bajolos debían actuar nuestros
. en definitiva, implica la perpetuación y
el agravamiento de sus nexos de dependencia.
La experiencia uruguaya demuestra cómo la
crisis económica y las reorientaciones políticas in-
ternas provocaron la aparición del F. M. I. en la
escena nacional, a comienzos de la década del 60.
necesidad de recurrir a sus préstamos, a
su visto bueno para obtener créditos en la banca
extranjera, provocó, a su vez, la adaptación de
la política económica a la concepción "liberal"
que caracteriza a esa institución. La aprobación
32
de decisión nacional,sino que res-
ordenamiento econórnico y político
lnt:en1a<:101naI -~I ... +. .. , ....."",~... +~ invulnerable en el corto
del cornercio exterior
en ~uenta que
de mantenerse,
tiempo. Dos ejemplos
impotencia: nuestra
~~""'I~•.+.....~1A'''''<>'' la de nuestras
del comercio interna-
históricamente al Uruguay
: la exportador de productos
Capacidad de venta al exterior
esa base. Su poder de modificación
a un mayor grado de elaboración
de sus materias primas, dentro de una gama muy
limitada. El objetivo de alcanzar un status de
exportador manufacturero está todavía lejos de
concretarse para la mayoría de los países latino-
americanos que, como. Uruguay, ,carecen de una
tecnología más competitiva que la que poseen los
grandes 'países desarrollados. Esa cualidad expor-
tadora en la que 'se encuentra, encasillado el país,
le acarrea trastornos complementarios: oscilaciones
frecuentes de los precios internacionales de sus
productos de exportación (por las prácticas espe-
culativas que procesan internacionalmente), po-
líticas proteccionistas, aplicadas por países desarro-
llados que cuentan" con producciones similares,
sustitución ·0 competencia por parte de productos
manufacturados similares (caso de la lana), etc.'
Aunque subsanables, estos fenómenos no han de-
jado de influir en los últimos años.
Otro ejemplo de dependencia difícil de quebrar
en el corto plazo es el que se produce al nivel de
las importaciones. En tanto exista una sujeción
tecnológica es imposible liberarse de ciertas ad-
quisiciones básicas para la industria y otras activi-
dades económicas, así como tampoco hay capaci-
34
dad para lograr un de¡mrrollo propio y
de las mismas.
Pero así como la eliminación de la dependencia
no puede fructificar en esos campos -dadas las
condiciones actuales- en cambio sí es posible
actuar inmediatamente en otros. Por ejemplo,
puede imprimir a la política del comercio exterior
y de financiamiento una orientación que no se
sujete a las decisiones de ciertos centros de eoder
económico y político del exterior; en ese sentido, se
puede y se debe evitar la concentración de
mercados obligada por los préstamos, la imposi
dón de precios y fletes en ciertos acuerdos, 1
apertura indiscriminada de las importaciones, etc
Igualmente, se puede dar un carácter naciona
a la actividad interna vinculada al comercio
terior, evitando que los monopolios que operan en
el ámbito internacional vean acrecido su pode
dentro mismo del país. Estas medidas de reestruc
turación en el intercambio internacional no está
situadas en el área de las posibilidades, inmediata
mente inaccesibles, en tanto exista una concienci
política y social general capaz de hacerlas
En lo estrictamente interno, el cambio reque
rible en el Uruguay es el que debiera conducir
un aumento de la producción agropecuaria. L
estructuras que deben superarse en este caso so
orden socio-económico (latifundio-minifundi
y actual sistema de propiedad de la tierra) así com
tecnológíco (necesidad de praderas artificiales). E
esta situación, más que en ninguna otra, es dond
aparece una posibilidad concreta de crecimient
que permite no sólo aumentar las exportaciones sin
dar mayor apoyo a aquellos por elimin
formas de dependencia econ6mica. Pero p
ra ello se requiere una política claramente dirigí
al cambio de las condiciones que desde hace por 1
menos treinta años impiden que aflore la eno
. potencialidad del suelo y el trabajo uruguayos.
Primeros símbolos de un sistema monetario nadonaL
nes de descifrar
tarios del ...."".,.:,,""r1""
bancario,
externo y
presiones especulativas con títulos, valores mobi-
liarios, y dinero billete emitido por el Estado, así
como quiebras importantes en varios bancos. Estos
fenómenos no fueron únicamente el resultado de
la audacia o inescrupulosidad de ciertos individuos
sino, sobre todo, el producto del régimen econó-
mico y político imperante que, entre otros aspec-
tos, mostraba: excesos de ahorros incapaces de
invertirse en el restringido campo productivo
existente, escasa capacidad financiera del Estado
para solventar su gestión administrativo-militar, de-
pendencia con respecto al sistema financiero inglés
y amplia libertad bancaria (vale decir, ausencia
de normas e instituciones reguladoras de la gestión
privada en cuanto a creación y empleo del dinero).
Los problemas monetario-financieros surgidos en
esa época son atribuibles, pues, al ,contexto econó-
mico y político vigente, definido como las relacio-
nes particulares existentes entre el desarrollo pro-
ductivo .alcanzado, el tipo de dependencia mate-
rializado con relación a los centros dominantes
del sistema capitalista y el grado de consolidación
interna del poder político y 'económico.
Un análisis histórico realizado desde esta pers-
pectiva permitiría verificar otros tantos cambios
de la problemática monetaria sugeridos por alte-
raciones en esos u otros planos definitorios del
desenvolvimiento global de la sociedad uruguaya.
Particularmente, en los últimos quince años se han
declarado variados y complejos conflictos de orden
monetario en el país. Ellos han sido vinculados
-en su explicación y secuencia- con" el perma-
nente próceso inflacionario. Aceptando que la in-
flación .pueda ser utilizada como proceso de refe-
rencia de los particulares problemas monetarios,
es conveniente introducir algunas nociones sobre
la génesis y el significado del citado fenómeno.
A partir de entonces podremos estar en condicio-
no deben restringirse a la cuantía y relaciones d
cambio de las unidades nacionales sino tambiéI
a la circulación y relaciones de cambio con unida
des monetarias extranjeras.
Definido el objeto especifico del análisis, res
taría establecer fenómenos se c~racteriza
como problemas monetarios. Según lo aclarad
anteriormente, no existen problemas de este ca
rácter, sino contradicciones en el desarrollo eco
nómico general que se manifiestan monetariamen
te. En consecuencia, existen tantos tipos de pro
blemas monetarios como etapas o momentos con
flictiv08 diferentes se dan históricamente,' en fun
ción de las particularidades de desarrollo económic
del país considerado.
Así, por ejemplo, en el Uruguay ocurrier
violentas d~torsiones monetario~'financieras ent
1860 y 1890. En esa fase muy primitiva de deS'
rrollo pecuario-exportador se produjeron serir
La situación monetaria de un país expresa,
como un semblante, la situación de la economía en
su conjunto. Vistos desde ese ángulo, los problemas
monetarios no resultan más que manifestaciones de
una dedaTada en todo el cuerpo económico.
Esta imagen sintética, además de brindar una pri~
mera aproximación al tema, implica (y conviene
admitirlo desde un comienzo) la adhesión a un
cierto enfoque teórico. Según él, el estudio de la
problemática monetaria en un país se hace objetivo
en tanto refleja las contradicciones que se procesan
en las relaciones económicas fundamentales de
producción, distribución y consumo de la sociedad.
En tanto el dinero sea aceptado como una ca-
tegoría histórica dependiente del proceso econó~
mico general, su circulación debe analizarse a la
luz de las necesidades de una comunidad de inter-
cambio (local e internacional). Por ende, los ele-
mentos monetarios influyentes en un cierto país
INTRODUCCION
36 37
LA INFLACI()N por el Fondo Monetario Internacional y política-
mente instrumentalizada a través de sus planes de
estabilización monetaria, explica el proceso infla-
cionario como el resultado de un exceso en el
poder de compra interno y externo en relación
con el nivel de la prGducción y con la real capa-
cidad de importar productos del extranjero. Esa
exageraclOn de la demanda
apoyado en dinero) se n.r'-'.r!llI'P
-según convenciones o
portamiento
económicas.
aspectos
desequilibrio lnilaClQI1lar:JlO
grupos
de la
ANIDAl PINTO SANTA CRUZ
c)
b)
A. - Factores estructurales:
a) Equilibrio
comunitarios:
* Derecha terrateniente
* comercial
no dominante.
* obrera
d) social costosa y burocrá-
eleva y cuyos benefi-
cios un (':::n·~::t{'t."l' <1Jlt:<1t.Ull'U.
B. - Factores inmediatos:
a) fiscal.
b) monetario.
c) Carrera 'Pr«~Cl()S-ln2']~eS()s.
A. - Presiones básicas:
a) Estancamiento y fluctuación de las exportaciones.
b) Deterioro de la relación de intercambio y de la
capacidad para importar.
e) Incapacidad relativa de crecimiento de la pro-
ducción agropecuaria.
JUAN NOYOLA vÁSQUEl
B. - Mecanismos de propagación:
a) Sistema tributario regresivo y muy dependieme
del comercio exterior.
b) Crecimiento de gastos estatales como forma de
compensar el efecto regresivo de los ingresos.
e) Expansión del dinero como medio de dotar a la
economía de liquidez suficiente para seguir el
ritmo de precios.
d) Reajuste de precios relacionado al poder mono-
pólico; escasez de oferta, controles de precios
y subsidios.
e) Reajuste de salarios por la acción sindical defl".n-
sora de la participación de los salarios en el in-
, greso nacional.
f) Reajuste de ingresos de rentistas.
estructurales económicas, políticas y sociales e
dichos países. Más aun, se tornó mayoritaria Ir
opinión de que, más allá de las particularidade
de cada nación, la inflación latinoamericana s
vertebraba sobre básicos denominadores comunes.
El fenómeno se estudió, pues, como una secuencia
relativamente lógica y uniforme de una mi~ma
realidad histórica de América Latina.
Esa generalización teón.ca del proceso infla
cionario se bifurcó en dos interpretaciones diferen-
tes: la tesis tradicionalmente denominada "mone-
tarista"y la tesis "estructuralista". Ambas admitían
un contexto inflacionario en la mayoría de· los
países latinoamericanos, pero fundaban sus argu-
mentos sobre premisas diferentes.
La primera posición defendida especialmente
LAS CORRIENTES INTERPRETATIVAS
La inflación es un· proceso que se expresa a
través de un alza sostenida en los precios internos.
Diversas han sido las teorías que en el mundo
han procurado explicar ese sistemático y acumu-
lativo crecimiento de precios.
En América Latina, esta necesidad de inter-
preta.r la inflación se hizo más aguda en virtud
del ntmo acelerado de ese proceso. Particularmen-
te en el Cono Sur, países como Argentina Brasil
y Chile registraron graves variaciones en sus' niveles
de precios durante algunos años.
La permanencia de la inflación desvirtuó las
explicaciones b~sadas en factores ocasionales o cir-
cunstanciales. Se fue afirmando, así, la existencia
de causa~ que arraigaban en las características
38
sobre el mercado cambiario y determinó la desvalo-
rización de la moneda nacional. Sus efectos sobre
los precios internos se experimentaron de inmediato
a raíz de los mayores costos, o las expectativas de
mayore-; costos de los productos y servicios impor-
tados.
M~diante la reforma monetaria y <::ambiaria del
año el gobierno nevó a cabo un ajuste del
régimen del -comercio exterior. Se operó una mayor
liberalización de las transacciones en moneda ex:
tranjera y se devaluó el tipo de cambio'"oficial, lo
que produjo nuevas alzas en los precios de pro-
ductos y servicios vinculados al mercado externo.
Los principios que guiaron esas decisiones estaban
relacionados con la intención de favorecer los
precios, las ganancias y, en definitiva, la mayor
producción del sector agropecuario, aumentar el
nivel de eficiencia de las actividades manufacture-
ras internas disminuyendo la protección oficial, y
limitar el crecimiento de los cuadros burocráticos
del Estado.
En una etapa de estancamiento productivo,
signada además por la caída de los precios inter-
nacionales de la lana, esta primera fase inflaciona-
ria se impuso como una redistribución de ingresos
en favor de los grupos ganaderos y exportadores,
teóricamente planteada en. detrimento de las ga-
nancias de los empresarios industriales y de los
ingresos de los grupos sociales dependientes del
Estado. En última instancia, el proceso determinó
que el 'costo de la redistribución inflacionaria re-
cayera sobre los grupos trabajadores en general
(por el retraso en el ajuste del poder de compra
de sus salarios) y en los sectores sociales con rentas
fijas.
Hacia 1962 se pudo comprobar que el proceso
productivo agro-industrial seguía manteniendo su
.nivel de estancamiento y, en consecuencia,. el co-
mercio exterior continuaba confirmando su signo
manufacturera. En el primer caso, por la conser-
vación de las relaciones latifundistas de produc-
ción; en el segundo caso, debido a la incapacidad
tecnológica de avanzar hacia ramas.que exigen
un volumen de capital y un mercado muy amplia-
dos. Esas condiciones de rentabilidad, que condi-
cen con las dificultades de desarrollo de la estructu-
ra agro-industrial interna, limitan las inversiones en
esas actividades y provocan el estancamiento en la
producción.
Simultáneamente, la condición dependiente de
nuestra economía se volvió a poner al descubierto
en ese mismo momento, a raíz del descenso de
precios internacionales de la lana y, en menor
de la carne. Ese fenómeno influyó sobre los
beneficios de los propietarios rurales a la vez que
restringió la capacidad de abastecimiento de la
industria, supeditada a contar con divisas para
importar materias primas, y combus-
tibles.
Las de los grupos ganaderos y ex-
portadores por mantener como mínimo su nivel
de beneficios afectado por la
baja en los precios externos- se expresaron en sus
constantes reclamos de aumento del tipo de cambio
oficial para las ventas al exterior. En la medida en
que las devaluaciones producidas fueron menores
que las exigidas o sencillamente, en -ciertos perío-
dos, no se llevaron a cabo, se estimularon prácticas
de retencióJ;l de productos exportables y de contra-
bando sobre todo alrededor de los años 1957/8.
Ello comprometió más aun el suministro de divi-
sas necesarias para las importaciones abastecedoras
de la industria. En definitiva, coadyuvaron a agra-
var el déficit del balance comercial.
El juego de presiones de ciertos grupos gana-
deros y exportadores, multiplicado por incipientes
prácticas especulativas de otros agentes económicos
(banqueros, industriales y comerciantes), incidió
En nuestro país, cOl1;cretamente, la inflación
tiene sus raíces en la crisis de su régimen económico
capitalista y dependiente. A cierta altura de su
desarrollo, hacia mediados de la década del 50,
afloraron crecientes limitaciones para realizar nue-
vas inversiones en el canlpo productivo. Esas limita-
ciones responden al escaso atractivo capitalista, es
decir de ganancias relativas obtenibles en la acti-
vidad agropecuaria y especialmente en la actividad
EXPLICACION DEL
INFLACIONARIO
La posición ha defendida
por varios economistas latinoamericanos y por la
Comisión Económica para América Latina (CE-
PAL). Entre la:, múltiples proposiciones explicati-
vas comprendidas en este enfoque, existe acuerdo
en las básicas o estructurales
de la inflación por una y por otra sus meca-
nismos de Las básicas o
esenciales del pro-
ceso, mientras los propagación
cual lo indica el sólo expresan
las formas concretas las cuales se manifiesta
la Sintetizando, las pri-
meras serían las causas de la inflación, mientras los
segundos serían sus efectos o. factores inmediatos.
Para el alcance de este enfoque se
han seleccionado dos posiciones alineadas en el
estructuralismo, como explicación del proceso in-
flacionario:
Fuente: "Política de Estabilización. La experiencia chi-
lena en el decenio 1956-66" (Instituto Latinoamericano
de Planificación Económica y Social) - E.nrique Sierra.
40 41
desde el punto de vista político, tienen relación
con los vaivenes de la orientación gubernamen-
tal, particularmente en el campo del comercio
exteriot.y los cambios internacionales.
La influencia que esas condiciones ejercieron
sobre el desarrollo de la inflación especulativa
ptiede resumirse del siguiente modo:
En cuanto al ciclo de empleo de capitales,
éstos fueron orientándose hacia el exterior. La fuga
de capitales se .caracteriza económicamente por la
constitución generalizada de activos en moneda
extranjera, y físicamente se manifiesta en su radi-
ca.ción en el exterior. Esa fuga se explica inicial
mente por la disminución de áreas rentables d
colocación interna para los capitales. No· obstante
su ritmo se modeló conforme a criterios especula
tivos vinctilados a. las expectativas de modificació
del tipo de cambio. En esas circunstancias, las
fugas de· caPitales fueron factor fundamental para
precipitar esa modificación y alterar el nivel d
precios internos.
En cuanto al desarrollo del sistema financier
privado, es de destacar que constituyó un marc
muy propicio para alentar o canalizar procesos es-
peculltivos: por la poderosa y diversificada orga-
nización que alcanzó, por la concentración de nego-
cios en pocas instituciones (a pesar del elevado nú
mero de bancos y dependencias), por sti important
actuación en mercados claves de dimensión muy
ducida y gran sensibilidad (como los de moneda
extranjera) y por el clima de amplia libertad en
el que se movieron.
Finalmente, con relación a la política cam-
biaria y de comercio exterior, cabe anotar que
estuvo -sujeta a reiterados virajes determinados po
factor~ político-electorales y por la entidad de la
deuda externa contraída. En general, la política.
estatal se embarcó en una línea de actuación
B~ CiD 1954= 1
·desde el punto' de vista institucional, se refie-
desarrOllo por la organización
privada;
42
45
Luego de haber sido pilar del sistema, el Banco' República ha gran parte (,le
la primera de las sedes que ocup6¡ antes asiento el el Banco Nacional.
política llevaron relativamente a "traicionar" los
compromisos con aquella institución, provocando
un acrecentamiento de las expectativas de especu-
lación.
Ese carácter especulativo del proceso econó-
mico de estos últimos años provocó una inflación
aun mayor que la registrada en el período anterior.
Sólo a título ilustrativo -conviene señalar que el
alza de los precios. promedialmente fue del 20
anual entre los años 1954/61; porcentaje que se
triplicó en el· transcurso del período 1962/67.
En ese agravamiento de la crisis económica
no resultó extraño encontrar problemas monetarios
de distinta naturaleza e intensidad, de los cuales
ENFOQUES DEL PROCESO
INFLACIONARIO URUGUAYO
Una posición generalizada concibe el proceso in-
flacionario como un fenómeno patológico,. originado
en una falla o desvío' qel funcionamiento normal de
la economía. En lo social es una especie de guerra
civil, desatada por la ausencia de un Estado que
arbitre imparcialmente los antagonismos y las ten·
siones. A esa concepción se opoDe la que reconoce
en la inflación un proceso lógico, producido por el
desarrollo de una contradicción que está. en la base
actual de la organización capitalista y dependiente
de nuestra sociedad: evolución descendente de las
tasas relativas de ganancias de determinados procesos
productivos básicos y subordinación de estos últimos
a las orientaciones del capitalismo monopólico in-
ternacionaL
A la generalización -y por ende absolución éti-
ca- de la primera interpretación,. que hace igual-
mente víctimas y culpables del alza de. precios a
todos los grupos sociales se enfrenta la visión de un
claro proceso impulsado por algunos de esos grupos:
aquellos que, disponiendo de capacidad para! im·
poner su poder y para alterar los preci?s de. .
servicios y divisas, logran por esos.medIOS apropIar-
se de mayores ganancias y riquezas.
La primera explicación, en definitiva, ve en la
inflación un proceso derivado.del desequilibrio eco-
nómico (brocha entre ciertas magnitudes) y social
(incompatibilidad entre los objetivos de los distintos
grupos) • La otra interpretación, en cambio, enfoca
la inflación en un sentido relativamente opuesto: se
trata de una etapa transitoria que permite superar
la contradicción generada en el plano de las rela-
ciones distributivas del producto'social, a la vez que
conserva en un punto critico el régimen económico
y político existente. Los nuevos conflictos que se
plantean en pleno desarrollo del proceso inflaciona-
rio señalan el pasaje cualitativo a una nueva etapa:
la de mayor concentración económica interna y de
dependencia con el exterior.
inspirada durante la mayor parte del período
196-2/67 en los postulados del F; M. 1.; pero, lle-
gado el caso, las posibilidades de confirmación
44
Gty hale, primera sed.
La extranierización de '. banca, uno de los aspec-
tos más importantes del .actual proceso financiero.
Con respecto a la estructura de la banca pri-
vada, cabe destacar la considerable expansión de
los bancos del Interior, que pasaron, posterior-
mente, a actuar en Montevideo. Aproximadamente
el 80 de las nuevas entidades bancarias que se
crearon durante el período 1955/60 tenían su
asiento en el interior del país.
Interesa analizar dos fenómenos que acompa-
ñan a este crecimiento de la banca privada: el
ejercicio de funciones nuevas y la captación de
funciones tradicionalmente desarrolladas por la ban-
ca oficial.
, En cuanto al primer caso, corresponde anotar
que en el período 1954/61 los bancos acometieron
nuevas actividades de naturaleza no estrictamente
bancaria. Se dedicaron, por ejemplo, a la gestión
inmobiliaria (compra, venta y administración de
propiedades) ; tomaron mayor ingerencia en la tra-
mitación del comercio exterior, etc. Esta nueva
En el período una intensa
expansión del tanto en sus as-
pectos físicos ( de dependencias y funcio-
narios) como en su incidencia dentro del sistema
financiero. Este crecimiento continuó y acentuó
la tendencia que ya se observaba en los años pos-
teriores a la Segunda Guerra Mundial.
Sólo entre 1955 y 1959 la tasa total de aumen-
to del número de empleados bancarios fue del
5.9 %anual acumulativo, y la de creación de nuevas
instituciones alcanzó al 9.4 Ninguna otra acti-
vidad económica en el Uruguay creció a ese ritmo.
En este fenómeno cabe adjudicar un papel prepon-
deranfe a la banca privada. En efecto, hacia fines
de 1961 ésta totalizaba 61 instituciones y 557 de-
pendencias, o sea una dependencia bancaria pri-
vada cada 4.500 habitantes, aproximadamente:
uno de los más altos grados de actividad bancaria
en el mundo.
HIPERT aFIA y CRIIII BAN ARIA
46 47
Esta curva
bancaria
nas instituciones' y
sucursales y
realizadas han afirmado esa
La evolución física del sistema bancario pri-
vado fue claramente decreciente, especialmente a
En cuanto al Banco ,de la' Repúbli,ca, continuó
su acelerado proceso de deterioro, tanto en el
campo de su actuación bancaria comercial como
en cuanto a su {unción como organismo rector del
sistema bancario.
LA EXPANSION DE LAS ENTIDADES
FINANCIERAS EXTRA-BANCARIAS
demanda: por ejemplo, las mayores exigencias fi-
nancieras provocadas por el crecimiento del nivel
de stocks en ciertos sectores de la economía y la
práctica comercial generalizada de las ventas de
mercaderías a p~azo.
fue el panorama bancario hasta el año
1961, aproximadamente. La evolución de la banca
privada en los años siguientes !( 1962/67) revela
ciert~ cambios, aparentemente. Así, en una pri-
mera aproximación y desde un punto de vista
físico (número de funcionarios y de dependencias)
se observa una tendencia decreciente. Esta primera
comprobación, empero, no basta' para caracterizar
debidamente la evolución del sistema bancario en
dicho lapso. Un conjunto de nuevos elementos de
distinta naturaleza delata cambios en la orienta-
ción y en la manera de actuar de la banca que
constituyen -ellos sÍ- los aspectos centrales a
analizar. Se trata del surgimiento de las entidades
parabancarias ("financieras"), del crecimiento de
las operaciones en moneda extranjera por parte de
los bancos, y de la orientf.lción brindada por ellos a
sus colocaciones.
(en porcentajes sobre el total de créditos '1 depósitos
en moneda nacional del sistema bancario)
CUADRO NC! 1
CR~DITOS y DEPóSITOS DE PARTICULARES y
EMPRESAS EN LA BANCA PRIVADA
por una mayor demanda de crédito; esa demanda
se originó, en parte, en la reestructuración pre-
cedentemente comentada: el desvío de una por-
ción de la clientela, hasta entonces asistida por los
bancos ofiCiales, hacia la banca privada. Es pro-
bable, empero, que otros factores hayan tenido
incidencia más determinante en el aumento de la
48
49
EL INCREMENTO DE LAS OPERACIONES
EN MONEDA EXTRANJERA
Un segundo elemento revelador del cambio
producido en el funcionamiento y en la orienta-
ción de la banca privada en este período, es el
aumento producido en sus operaciones en moneda
extranjera.
Entre 1954 y 1961 el crédito en moneda ex-
tranjera de la banca privada representaba el
10 % del crédito total. A partir de 1962 esa
proporción se fue alterando rápidamente hasta al-
canzar porcentajes superiores al 40 %. Este fenó- EL DESTINO
meno contribuyó al aum<:nto del endeudamiento
externo, por el uso más intenso de las líneas de
crédito de bancos extranjeros. Debe tenerse en
cuenta, además, las obligaciones en moneda extran-
jera contraídas por el Banco de la República fren-
te a la banca privada en los años críticos de 1964
y 1965.
CUADRO N9 2
CReDITOS EN MONEDA EXTRANJERA
OTORGADOS POR LA BANCA PRIVADA
«porcentaies en relación al total de sus créditos)
yor concentración de instituciOIles, y por consi-
guiente, a su relativa disminución.
Pero, tal como se ha puntualizado precedente-
mente, esta evolución física no constituye un ele-
mento determinante para la caracterización de la
banca privada durante..estos últimos años. En 10
fundamental, porque colateralmente se produjo una
expansión de .entidades financieras, filiales en su
mayor parte de los propios bancos, cuya gestión
se centró en la recepción de depósitos y en la
realización de colocaciones' al margen de las nor-
mas que regulan la actividad bancaria, al mismo
tiempo que proporcionaban más y mejores canales
para la evasión de capitales e impuestos.
Es muy difícil medir el grado de desvío de
depósitos y créditos que seprpdujo en dirección
a la actividad financiera parabancaria. Una esti-
mación por demás precaria sitúa en un 20 % la
masa de negocios, desplazados hacia esas institu-
ciones financieras.
so 51
pitales, y aun menos fácil
total acumulado. No oo::¡taIlte,
nomía de la
de
esa fuga de
Unidos y que,
350 millones
en el P..'l'.:itp.Ti!(}r
Otro tener en cuenta fue la
descompresora que la de ca-
pitales en el mercado En
efecto, la capitales comportó una
disminución de fondos finan-
cieros. con la contención del crédito
oficial, la citada sostener altas
tasas de interés ende una
favorable en el a
los excedentes que pennaneClef()fl
CRISIS FI
LA FUGA DE CAPITALES
Como se ha indicado con anterioridad, la fuga
de capitales fue el resultado del. agotamien~o rela-
tivo de oportunidades de inverSIOnes, lucratI~as. ~~
el campo productivo local. Este fenomeno mCldIO
de modo relevante sobre el déficit del balance de!
p'agas, especialmente después de 1,962. En base
a cifras oficiales y ,con algunos ajustes de poca
entidad, se pueden estimar en 292 millones de
dólares las fugas de capitales registradas entre 1962
y 1967. Para valorar la importancia de esas f~gas
es significativo señalar que .su m?~to fue ~znco
veces mai'yor 'al défic.ít camerczal verzbcado en zgual
período (58.9 millones de dólares) y un ~O %'
sup'eriO'r a la inversión bruta fija (construccIOnes,
maquinarias y equipos) efectuada du,rant'e .todo
d .año 1968.
Es extremadamente difícil obtener datos que
permitan verificar el destino de la evasión de ca-
LA CIISIS BANCAllA
Las modalidades del proceso infla-
cionario en estos últimos años comportabangrav~s
en los principios de seguridad a que deben
aIlJl$takfSC ciertas actividades, que se hacían audaces
en aras del objetivo de obtener las máximas ganan-
cias. La gestión bancaria es la que,
centralizar capitales requiere -y a
está obligada- el respeto de principos técnicos
que garanticen su debido funcionamiento. Ese
equilibrio entre rentabilidad y seguridad se que-
brantó en el sistema bancario uruguayo Por múl-
tiples motivos, que emergieron a la superficie -aun-
que no totalmente- en 1965. Así Se puso en evi-
dencia la tergiversación especulativa a la que se
había acomodado la gestión bancaria. La supe-
ración parcial de. esa crisis determinó un aumento
de la dependencia con respecto al exterior, debido
al cúmulo de deudas y a la· necesidad de nuevos
créditos.
En aquel entonces -y aun hoy- la crisis
bancaria dejó al descubierto la sorda lucha entre
grupos empresariales,. en la que participaron tanto
ciertos intereses creados internamente como otros
externos al país. Ello demostraba -y las fusiones
y la extranjerización de la banca privada habrían
de ratificarlo~ que en el sistema bancario uru-
guayo no estuvo ausente la competencia por el
dominio de los canales financieros.
En resumen, la banca privada, foco central de
los comportamientos especulativos y de los proble-
mas monetarios de los últimos años, asumió los
riesgos de una elevación vertical de ganancias que
la hizo relegar a un segundo plano los criterios de
seguridad. La crisis maduró en esa deformada y
deformante estructura financiera que, entre otros
aspectos, reflejaba una lucha particular entre cier..
tos grupos por el dominio de estos centros de
decisión financiera.
haber
ción y
gunas
puede nhTlu:zaT!ie
CUADRO NI:] 3
COLOCACIONES DE LA BANCA PRIVADA
POR TIPO DE ACTIVIDAD
1en porcienfos)
crédito otorgado por la banca privada se ha vertido
hacia la intermediaci'ón. Se trata de una orienta-
ción lógica, por otra parte, si se atie~de a las ca-
racterísticas marcadamente especulatIvas del pe-
ríodo.
Los factores precedentemente enun~iado~,reper-
cutieron de modo importante en la sItuaclOn del
Banco de la República. Por un lado, porque. ~ete­
rioraron aun más la participación de la actIvIdad
bancaria oficial en el conjunto del sistema finan-
cikro. Y por otro lado, porque agravaron la inca-
pacidad del Banco de la República para regular y
controlar el ,campo de actividades sometido a su
competencia. La crisis de .1965. Yotros hechos pos-
teriores: han puesto en eVIdenCIa el grado de des-
composición alcanzado por determina?as'" i.nstitu-
ciones financieras privadas y la ausenCIa o Inefec-
tividad de los controles que sobre ellas debía ejercer
el Estado.
52 53
55
estos UUllmclS.
C!""nrn....Nn. termIltlO, la evasión fiscal y el otor-
la(:l11l:1a(les a los morosos acarreó cuan-
nj>1I'Ñ11'i<:!lc! al Estado este último caso, por
DEFICIT
Otra de las
nario fue la
tales. El Estado UTIJlP'miVO
cipación en la admlnistra,C1C)D
en la necesidad de una mayor ...vu..,..i",......
ción de esos nul~mt)S
medio, de las Dr4~1«)n(~
que se adopten ciertas mc::dl<1as poJlít1~:::as
puntualmente con el C1P1!"'ut>"""n
hacia fines del año 1957. Se había multiplicado
por tres en el transcurso de una década.
Por sí solo el Banco de la República llegó a
acumular deudas en moneda extranjera -dentro y
fuera del país- por un monto cercano a los 300
millones de dólares. Gran parte de esa deuda era
exigible en un plazo muy corto.
A fines del año 1968 el nivel de endeudamiento
externo sigue siendo elevado a pesar de haber sido
á:batido en aproximadamente un 10 % y. aunque se
~alogrado una relativa extensión en su plazo medio
de exigibilidad.
El endeudamiento externo puede observarse co-
rno el resultado de factores eminentemente internos,
pero un enfoque más amplio del fenómeno indica
que éste es uno de los frutos de la dependencia.
pomo ya se afirmó en el análisis de nuestro comer-
do exterior, el endeudamiento constituyó un medio
de abrir el mercado interno a la producción de
ciertos países. La mayoría de los préstamos finan-
cieros de organismos. internacionales y de bancos
extranjeros estuvieron permanentemente ligados a
una exigencia de mayor libertad de importaciones
e incluso involucraron una canalización de las com-
pras hacia las naciones prestamistas.
Por otra parte, el endeudamiento externo se
transformÓ en. una. atadura política, desde que el
visto bueno de organismos internacionales y bancos
a las refinanciaciQnes y nuevos préstamos se fue
obteniendo en tanto se adoptaron determinadas me-
didas en los campos del comercio exterior, presu-
puesto gubernamental, crédito y salarios.
En consecuencia, el endeudamiento externo es
un fenómeno de dependencia a dos niveles. Por un
lado, como expresión resultante del déficit comer-
cial y de una fuga de capitales que pone al servicio
del exterior una parte importante del esfuerzo pro-
ductivo interno. Por otro lado, como subordinación
política a los centros prestamistas, que se traduce
Vale tener presente la cuantía que ese endeu-
damiento estaba alcanzando. Por ejemplo,entre
1965 y 1967 las entidades públicas y privadas del
país debían al exterior un monto que osciló alrede-
dor de los 440 millones de dólares, es decir, una
cifra cercana a dos años y medio de exportaciones.
Para aquilatar su dimensión bastaría indicar que
esa deuda sólo ascendía a 145 millones de dólares
cuarto trimestre de 1963
cliarto trimestre de 1964
segundo trimestre de 1965
segundo trimestre de 1966
cuarto trim~tre de 1967
primer trimestre· de 1968
Misiones financieras ,al exterior
verdadera crisis del endeudamiento externo
surgió cuando éste se acrecentó para dar respuesta
a la fuga de capitales. Es decir, a medida que los
ex-cedentes internos se fueron convirtiendo en mo-
neda extranjera. En esas circunstancias, el endeu-
damiento se hizo en función de las corrientes emi-
gratorias de capitales y dejó de servir, por ejemplo,
a los propósitos de mantener ciertos niveles de
actividad industrial o estatal.
La necesidad de dar soluciones a ese problema,
que se volvió muy grave alrededor de 1965 y
años posteriores, determinó frecuentes refinancia-
ciones y oscilaciones de la política económica que
actuaron como puntales para la exacerbación de
los comportamientos especulativos y la fuga de
capitales. Un ·calendario de las más importantes ne-
gociaciones gubernamentales encaradas para obte-
ner nuevos préstamos y nuevos plazos para la deuda
ya contraída, nos da una visión que no agota las
múltiples tratativas efectuadas primordialmente con
la banca norteamericana:
54
CUADRO .N<J .4
FUGA DE CAPITALES
(en millones de dólares)
Toda esa situación, analizada particularmente
en relación al balance comercial y la evasión de
capitales, redundó en un mayor endeudamiento
del país y, en especial, del Banco de la República.
Ese endeudamiento externo nació a partir de la
Reforma Monetaria yCambiaria del año 1959, co-
mo consecuencia de la apertura financiera al ex-
terior que propició la intensificación en el uso de
créditos internacionales. Ese aporte de capitales no
condujo solamente a facilitar importaciones que
no podían llevarse a cabo 'por el nivel de las ex-
portaciones; a la vez, sirvió para realizar inver-
siones mínimas por parte del Estado, desprovisto
de ahorros para llevarlas a cabo por sí mismo, y
para sostener la cotización cambiaria oficial (años
1962 y 1966). Así, el Estado postergó buena parte
de los conflictos o problemas emergentes de 1m
balances comerciales deficitarios ypermit:ó la con·
tinuidad del abastecimiento industrial. .
EL ENDEUDAMIENTO EXTERNO
57
en
todas ma-
la estructura pro-
supuestal, más que un empuje cuantitativo com-
porta un cambio cualitativo del papel del Estado
uruguayo, que se traduce en un proceso de entrega
de parte' de sus actividades a la iniciativa n""''',·j,r1,.,
(especialmente extranjera) y en la
que genera su desaparición como demandante de
mano de obra en el mercado de ~4 ~.~~•• ~.
Recapitulando: la inflación que se desencade-
nó en los últimos años fue el de compor-
tamientos redistributivos del producto social por
parte de agentes económicos que actuaron en sus
distintas áreas con fines de especulación.
La especulación comercial y financiera se COJl-
cretó en virtud de las condiciones infla~ionarias
pre~xistentes, por el agotamiento relativo de opor-
tumdades de ganancias en otros empleos internos
CUADRO NI) 5
GASTOS DEL GOBIERNO
(Retribuciones de Funcionarios, Pasividades
y Gastos de Oficinas»
En el último cuatrienio se ha procurado lograr
el equilibrio presupuestal por la vía de una dismi-
nución efectiva de los gastos estatales. Ello, además
de afectar el nivel de ingresos de los sectores de·
pendientes del Estado, ha restringido su papel co-
mo absorbedor de mano de obra y ha limitado su
capacidad de inversión.
En definitiva, los déficit fiscales, como fenó-
meno financiero, dejaron al descubierto una de las
facetas redistributivas de la inflación que, en el
caso que nos ocupa, hizo entrar en crisis al Estado
como agente de transferencia de ingresos y como
agente económico fundamental en ciertas ramas
de la producción de bienes y servicios. En efecto,
la política encaminada hada el equilibrio pre-
.- la provlslOn de recursos financieros a través
de créditos del Banco de la R.epública, origi-
nados directamente por una mayor emisión;
la provisión de recursos financieros a través de
préstamos del exterior;
- la transferencia de fondos al gobierno central,
provenientes de organismos que daban supe-
rávit, como fue el ·caso de las Cajas de Jubila-
ciones;
el aumento de las deudas impagas, en especial
con proveedores del Estado;
la realización de devaluaciones que, al aumen-
tar el valor en moneda ·local de las operacio-
nes del comercio exterior, acrecentaba el mon-
to nominal de los impuestos aplicados a éstas.
esa forma las devaluaciones -provocadas
por los déficit del balance de pagos y por la
presión de ciertos grupos ganaderos, exporta-
dores y financieros- pasaron a constituir una
fuente de ingresos para el Estado; son las que'
posteriormente se dio en llamar, reconociendo
ese objetivo, devaluaciones "fiscalistas".
56
la disminución del valor real de las deudas gene-
radas, a consecuencia de la inflación).
En tercer lugar, la baja del intercambio externo
deterioró una fuente de ingresos muy importante en
los últimos años.
En cuarto lugar, los precios de los productos
y servicios de las empresas públicas subien-
do a un ritmo lento que el general de
lo que dificultades de fi-
nanciación.
Finalmente, con una importancia no menor que
los factores anteriores, cabe mencionar las elevadí-
simas pérdidas que el en razón de
los comportamientos especulativos. La especulación,
sobre todo, produjo pérdidas en la cambiaria
del Banco de la R.epública, como consecuencia de
que esta institución debió reponer los vendi-
dos, y las deyaluaciones la obligaron a pagar más
pesos que los que había recibido cuando fueron
comprados con fines especulativos. De ese modo, el
Banco perdi6 recursos por montos que, acumula-
dos, seria.n en la:· (ljctualidad equivalentes a un
supuesto anuaJl del gobier:nQ central.
Esa creciente inadecuación de ingresos fis-
cales al nivel de· gastos del Estado se manifiesta en
abultados déficit presupuestales. Aun cuando los
gastos comenzaron a reducirse en términos reales
a partir del año 1965 -a costa de la baja del poder
adquisitivo de sus funcionarios y los pasivos- la
brecha entre gastos e ingresos se mantuvo.
La incapacidad del Estado para obtener mayores
recursos. de los sectores de altos ingresos, lo obligó
a recurrir a una serie de procedimientos que única-
mente sirvieron para acelerar el proceso inflaciona-
rio, sin dar solución permanente a su problemática
financiera. Entre esos procedimientos, cabe anotar:
el aumento en las tasas de impuestos al con-
sumo y en los precios de los bienes y servicios
producidos por el Estado;
58
interno reduce o anula
n¡entar la pr10aUCiCláln
sm
tración
libertad
efectos
Lo mismo ocurre
La ponderable ,...._,/.~,~'u
productividades
-traspase
privadas,
mente a
tales.
la actividad monetaria y el comercio exterior han
estado estrechamente vinculados en nuestro país.
desde una óptica progresista, tienen vinculaciólJ
con la canalización y el empleo de capitales.
tiempos pasados ilustran en medida sufi-
ciente la falsedad de afirmar que el carece
de .capitales para encarar -inversiones necesarias.
Lógicamente, si la fuga de capitales constituye
un comportamiento admitido e incluso fomentado
se hace difícil encarar nuevos proyectos en~cual~
quier país del mu:gdo. El despilfarro y la "emigra-
ción al exterior de parte del esfuerzo productivo
el hilo :conductor hacia la resolución de los mencio-
nados problemas monetarios y su secuela de efectos.
Esta posición, inatacable pero no siempre practi-
cada, :constituye el principio básico sobre el cual
debe constituirse el desarrollo económico y sociaL
Es natural que, en la medida en que un régi-
men económico alcanza un estadio histórico de
su evolución en el cual sus 'fundamentales relacio-
nes sociales sólo conducen al estancamiento y a la
involución productiva, todo proyecto de desarrollo
nacional involucra la necesidad de afectar
de las estructuras que lo caracterizan. Como ya
se mencionó con relación al comercio exterior, uno
de los elementos básicos a reformar es la estructura
agropecuaria, en la búsqueda de una mayor pro-
ductividad y de una mejor distribución social de
la misma.
En lo concerniente a los aspectos monetarios
de la economía, los puntos centrales a considerar
ASPEC:TI
De todo lo examinado se deduce que la pro-
blemática monetaria, como el proceso inflacionario
en la que se engendró, no ha de encontrar solu-
ciones por vías exclusivamente monetarias. Esto
no significa negar la posibilidad de que se logre
una eshibilidad aspectos monetarios de
la economía, e incluso en sus niveles de precios.
Pero esa estabilidad no puede negar su endeblez
esencial y el costo objetivo que implica: desocu-
pación-emigración, congelación de los bajos nive-
les de vida.de los sectores más perjudicados durante
el proceso inflacionario, mayor dependencia exter-
na y agudas tensiones sociales. La inflación se
transforma o tiende a constituirse en depresión,
sin superar o cambiar el carácter regresivo de la
distribución del producto social.
Sólo en un desarrollo interno de las fuerzas
productivas con que el país cuenta, pero que no
utiliza o utiliza mal, puede encontrarse realmente
PE
60
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(Continuación)
LOS EDITORES PODRÁN, SIN PREVIO AVISO, SUSTITUIR CUALQUIERA DE LOS TirULOS
O ALTERAR EL ORDEN lOE SU APARICiÓN.
FAROPPA, Luis A.: El desarrollo economlco del
Uruguay. Montevideo, C. E. C. K A., 196!5_.
INSTITUTO DE ECONOMíA (FACULTAD DE CIEN-
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de Desarrollo Económico y Social Nacional 1965114
(tomo IV). Montevideo, 1965.
COURIEL, Alberto y LICHTENSZTEJN, Samuel:
El F. M. l. Y la crisis económica nacional. Montevi-
deo, Fundación de Cultura Universitaria, 1967.
EL MARTES DE LA SEMANA PROXIMA APARECE EL VOLUMEN:
EL TURISMO EN EL URUGUAY
VOLUMEN EXTRA
PLAN DE LA OBRA
EL URUGUAY INDIGENA
Renzo Pi Hugarle
2 El BORDE DEL MAR
Miguel A. KloppenbQch - Viclor Scarabino
3 RELIEVE Y COS1AS
Jorge Cnebataroff
4 EL MOVIMIENTO SINDICAL
Germán D'Elia
S MAMfFEROS AUTOCTONOS
Rodolfo V. Talice
6 IDEAS Y FORMAS EN LA
ARQUITECTURA NACIONAL
Aurelio Lucchini
7 EL SISTEMA EDUCATIVO Y
LA SITUACiÓN NACIONAL
Mario H. alero
8 TIEMPO Y CLIMA
Sebastián Vieira
9 IDEOLOGíAS POLlTlCAS y FllOSOFfA
Jesús C. Guirol
10 RECURSOS MINERALES Del URUGUAY
Jorge Bossi
11 ANFIBIOS Y REPTILES
M. A. Klappenbach V B. Orejas-Miranda
12 TIPOS HUMANOS Del CAMPO Y LA CIUDAD
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13 AVES Del URUGUAY
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14 LA SOCIEDAD URBMIA
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15 INSECTOS Y ARACNlDOS
Carlos S. Corbor.ell
16 LA SOCIEDAD RLJRAL
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17 EL DESARROLLO AGROPECUARIO
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111 SUelOS DEL URUGUAY
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19 HIERBAS DEL URUGUAY
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20 EL COMERCIO INTERNACIONAL
Y LOS PROBLEMAS MONETARIOS
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EL LENGUAJE DE LOS URUGUAYOS
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Nuestra tierra 20 Comercio internacional

  • 2. l1uestratierra au EDITORES: DAilIEL ALJANATI MARIO BEilEDE1'TO HO.ACIO DE MARSIUO ASESOR GENERAL: Dr. RODOLFO V. TÁLleE ASESOR EN CIENCIAS ANTROPOLÓGICAS: Prof. DANIEL VJDART ASESOR EN CIENCIAS S'ÓLÓGICAS: Dr. ItODOLFO V. TÁUCE . ASESOR EN CIENCIAS ECONÓMICAS: Dr. JOS~ CLAUDIO WILLIMAN h. ASESOR ·EN CIENCIAS GEOGRÁfiCAS: Prof. GERMÁN WETTSTEIN ASESOR EN CIENCIAS SOCIALES Y pOLínCAS: Prof. MARIO SAMBARINO SECRETARIO DE REDACCiÓN: JULIO ROSSI,ELLO SECRETARIO GRÁfiCO: HORACIO AIQON DEPARTAMENto DEfOTÓGRAfíA: AMfLCAR M. PERSICHETTI Distribuido,: general: ALBE' Soco Com., Cerrito 566, ese. :t, tel. 856 92, Montevideo. Distribuidor para .1 int.rior, quioscos y venta c:alle¡era: Distribuidora Uruguoya de Diarios y Revistas, Ciudadela 1424" te!. 851 55, Montevideo. LAS .OPlNIONES DE LOS AUTORES NOSÓN NECESA- RIAMENTE COMPARTIDAS POR LOS EDITORES~ y LOS ASESORES.
  • 3. SAMUEL LlCHTENSZTEJN curs6 estudios de economía en la Universidad de la República y de progra- maci6n y desarrollo econ6mico en el Instituto Latinoamericano de Planificación y Econom:a Social (Il- PES) de Santiago de ChUe. Es egresado como contador de la FacU'lt,ad d'e Ciencias Económicas y de Administraci6n (1963) Y como programador industria,l en el curso de'l IlPES (1964). Es catedrático interino de Economía Monetaria en la Facul,tad de Ciencias Econ6micas y de Adminis- tración. Está encargado como Jefe de investigación del Instituto de Economía de esa misma Facultad, al que ingres6 por contuno de méritos y pruebas. Desde 1965 ha realizado cursos de política y pro- gramación económica en Bolivia, Brasil, .Chile y Panamá. Particip6 en el Curso de Verano de fa Uni- versidad de la República del año 1965. Ha escrito con Alberto Couriel el libro "El f. M. 1. y la crisis econémica nacional" y participó en el libro del Instituto de Economía "El proceso económico del Uruguay. Contribuci6n al estudio de su evolución y perspectivas". Ha sido funcionario del Banco de la Répública y del Banco Central. En tal carácter particip6 en diversas publicaciones técnicas de esas ,nstituciones y del C. l. D. E.
  • 4. INTRODUCCION influencia ejercida por el nuevo orden en el mundo capitalista. La demarcación histórica que permite identi- ficar cada etapa es aproximada. Su utilidad con- siste en posibilitar un mejor análisis de los cambios operados en las relaciones comerciales con el exte- rior. Con idéntico de abordarse siguiendo un basado sucesivamente en la exportaciones, la COlnP'OSlClófn la magnitud del relaciones de dependencia. El comercio exterior uruguayo abarca los múl- tiples aspectos del intercambio de mercaderías en- tre nuestro país y el resto del mundo. Desde el punto de vista económico, esas relaciones comer- ciales forman parte de un cuadro mayor de tran- saccio efinidas en los procesos de producción, y consumo de la sociedad en su con- junto. mpero, el comercio exterior adquiere una importancia fundamental en el acontecer histórico del Uruguay: en efecto, ha sido el eje alrededor del cual han girado, en gran medida, sus procesos económicos y sociales. Su estudio nos brinda, pues, un ángulo eficaz para aproximamos a las etapas fundamentales del desarrollo nacionaL Pueden distinguirse tres períodos en el inter- cambio comercial del Uruguay con el exterior que, precisamente, corresponden a otras tantas fases de su evolución económica, con rasgos parale~os a la de países como Agentina, Brasil y Chile: La etapa que culminó con la crisis mundial del año 1930. Se caracteriza por la eonsolida- ción del proceso pecuario exportador. La etapa que abarcó un cuarto de siglo apro- ximadamente (1930/54), en la que transcu- rrieron varias instancias de la reestructuración del mundo capitalista (depresión en la década del 30, segunda guerra, reconstrucción euro- pea y guerra de Corea). En ella se consolida una estructura industrial orientada a la susti- tución de importaciones. La etapa que cOInenzó a mediados de la dé- cada del 50 y que aun hoy continúa. En su transcurso se observa una crisis crónica de nuestro comercio exterior cuyo origen es dable adjudicar tanto al particular desarrollo econó- mico de las dos etapas anteriores como a la .La lana ha sido uno de los rubros más importantes, en volumen y valor, de nuestro comercio extemo.
  • 5. CICLO PECUAIIO EXPOITA DI COMPOSICION DE LAS EiXlItOR-rACIONIES A comienzos de su independencia politica Uru~ guay fundamentalmente cueros vacunos, cneros yeguarizos y carne salada. En el transcurso de las .tres décadas posteriores no se produjeron cambios sustanciales en este cuadro de ventas al exterior. En efecto, los cueros siguieron siendo el principal rubro exportable; representaban el 34.1 %' del total, hacia 1862. : Un primitivo modo de producción apoyado sobre el binomio ganado criollo-industria saladeril, orientado básicamente a la extracción del cuero, llenó toda una primera etapa del ciclo productivo exportador del país. El desarrollo de los propios .saladeros, que al decir de Barrán y Nahum fueron "el nucleo protagónico de la industria de carnes hasta 1913", no llegó a alt~r esta "edad del cuero" de nuestra economía, dada la escasa diver~ sificación que introdujo por los nuevos valores extraídos al ganado (grasas y sebos). El primer fenómeno relevante que impuso un' verdadero cambio en la composición na·tural de la producción rural -así como en sus formas de trabajo y sus valores- apareció con la franca incorporación del ganado ovino y la explotación de las lanas. Los primeros antecedentes de expo:rta~ ción lanera se remontan al año 1842, cuando ese rubro llegó a representar un 3.7 % del total de ventas al exterior. A partir de entonces su parti~ cipación sigl.lió ascendiendo a tal punto que en el quinquenio 1906/10 ya resultaba el primer rubro exportable con un 40.2 % del total. En la segunda mitad del siglo XIX existieron otras muestras de la creciente diversificación de las exportaciones, aunque no fueron tan impor~ tantes. Uno de estos ejemplos de diversificación puede encontrarse en la exportación de extractos de carnes y "comed beef" (carnes cocidas envasa- das), que se inició con la instalación'de dos esta- blecimientos: Liebig's y Trinidad. Su impulso pri- mario, que tuvo lugar entre los años 1861 y 1868, El auge del cuero en las exportaciones llenó toda una etapa de la vida económica nacional. se aceleró en las dos décadas siguientes, para decaer hacia fines de siglo. Cerró sus puertas, por enton~ ces, la planta Trinidad. En segundo término puede mencionarse la cre- ciente, aunque irregular, exportación de productos agrícolas.. El maíz y el trigo llegaron a proporcio- nar el 5 % de las exportaciones totales a· comienzos del presente siglo. Hacia la primera década del siglo XX el pa- norama del comercio exterior uruguayo se caractc: rizaba por dos procesos contrapuestos. Por un iado, la ascensión de la lana al primer lugar en la gama d~ productos vendidos al exterior; por otro lado, el decaimiento de las exportaciones de carnes sa- ladas (tasajo) a la que se añadía el descenso no.. torio de los cueros. El dinamismo· de la lana reflejó la evolución de la demanda externa; simultánea~ nes se guerra mtlnCllal propio transcurso inclusión de 7
  • 6. En efecto, las principales importaciones consis- en comestibles y bebidas (vinos, yerba, hari- iInportaciones realizadas por el Uruguay en el medio siglo de su independencia polí- tica se ajus.taron a las características de una economía asentada sobre un proceso básicamente ganadero. En ese pe- las mercaderías adquiridas en el exterior correspondían, casi exclusivamente, a bienes ma- o agrícolas para consumo de la po- COMPOSICION DE IMPORTACIONES
  • 7. de las detemlÍnj~ba.n el nivel de los ln2reslos nos, dimensión del consum<¡ y, en montos de importación. Esa sujeción del consumo -y por en- de de las importaciones- a las derivaba de las características de nuestro nf"~~!:ltr1rnllln productivo, muy endeble para acumular sutlcu~ntc~s reservas de oro o moneda extranjera. Sólo a partir de la primera guerra el Uruguay logró reunir re- servas relativamente elevadas. Por su parte, aun- que en ese período se· obtuvieron préstamos ingle- ses y aun norteamericanos, éstos no tuvieron su- ficiente entidad ni destino adecuado para permitir que se sostuvieran déficits prolongados. La dimensión del intercambio internacional re- sultaba, pues, netamente dependiente de la evolu- ción de las exportaciones. Impulsos o depresiones de estas últimas se reflejaban claramente en nuestras importaciones. De ahí que no deba extrañar que las tres últimas décadas del siglo XIX exhiban un crecimiento anual más lento de valores comer- ciados, cuando se lo -compara con el de las tres primeras décadas del siglo XX (3 % contra 4.4%, respectivamente), ya que las exportaciones crecie- ron más intensamente en este último período, Un análisis pormenorizado del intercambio ex- terno permite observar un rápido aumento en su dimensión a partir de los fines de la Guerra Gran- de, una vez iniciada la consolidación del régimen económico y político nacional (1862/72). La tran- sición operada en la confol1nación productiva ha- La evc)lU(;1Óin externo rCtÚ12:ádo por el ritmos de crecm:lielllto en el período 1860/1930. Esas variaciones en el del COlneI'clO exterior ~tn..r1.p"'I!U" todo, a MAGNITUD DEL INTIRCAMIIO COMERCIAL la CUADRO NQ 1 COMPOSICION DE LAS IMPORTACIONES (1812/1930) (EN %) XX, las de mercería y las malnulllctl1ras de cueros. En el 1872/1902 estos productos en promedio, de un 60 el perl0dln 1924/30, en sólo negaban al treinta por ciento, aproximadamente. Compensando la reducción alu- se observó un incremento en las compras de nuevos bienes de consumo. Al respecto, puede des- tacarse que hacia el año 1930 los automóviles y eléctricos representaban un por- centaje cercano al 10 de las importaciones to- 10
  • 8. A uruguayo en la existencia de escasos tanto en lo relativo a pro- ducción ","v,"n...+",rf", como en lo a los productos Es ilustrativo el hecho que sólo entre el y 85 % de en el do 1870/1930. a Inglaterra en ....,,'vvu.... LOS MERCADOS Los un país claros de su exterior. cos mf~rC::ld()S términos de materias calidad de carnes consumo. Ese pasaje de un mundo dón rural a una una distinta inte~l~ac:Lón guayas a las Por lo cesos mico de nuestros aU[er:lones decadentes regí Si ello resultó nuestro lnC:I]Jloen1te eliminación de la de¡:)enc:1en les o J)alrcl~l1es ALGUNOS EJEMPLOS DE LA DEPENDENCIA EXTERNA DE NUESTRAS EXPORTACIONES carnes. -guerras evolución de la producción pe- a los que los historiadores y econo- han o~orgado un lugar de preferencia en el desarrollo nacional durante ciertos períodos. No ob,l,tallte, en una perspectiva de largo plazo y como esos mll;rrHlS estudiosos' han señalado, la dependen- cia externa aparece como elemento trascendental para el ritmo y el rumbo de nuestro pro- ceso eC(l>nólmico. En lo atlneltlte al comercio exterior y en partí- al nos ocupa, esa condición de- se en tres planos: la evolución las exportaciones, los mercados y la participa- de empresas extranjeras en el comercio de contienda de nuestros del 20. P111rnTpr de fines de y observarse UM En tan sólo años se duplicó el monto intercambio lnt:en~p.(:lOlt1aJ uruguayo, en el que mucho en pre- cios de y de La finalización de la mundial produjo un descenso la de productos. el ritmo comercio exterior década del CARACTERISTICAS y EFECTOS DE LA DEPENDENCIJ. La evolución de las exportaciones uruguayas, país que realiza transacciones se examinó, estuvo caracterizada por la les con otras naciones define una cierta de nuevos rubros que fueron conforman- dependencia, dado que pone de una estructura que en líneas generales tipifica ne!c:es:Ld.a,d. de complementar su proceso su comercio actual. En un primer momento se y consumo con los procesos cumplidos en otros mostró el predominio del cuero y el tasajo, que espacios económicos. Vistas desde otro derivó a la decisiva gravitación de las lanas relaciones de dependencia nuestra y carnes. Este pasaje respondió a una adecuación guarda con el exterior en del proceso productivo a las exigencias emanada.<; de la demanda externa.quieren dos caracteres tales y sustentan lazos de '.. era del tasajo había sido el resultado de Las relaciones de dependencia son fundamen- un "acomodamientd~-dela explotación<i~l ga- nado criollo con vista.., a abastecer los mercadOsporque a través de Uruguay su perfil económico en su más amplio, y al- esclavistas (Brasil y Cuba) que reclamaban aH- bergan nexos de porque nuestra eco-' mentos baratos, de fácil transporte y almacena- nomía se integra a un. sistema capitalista que, al miento. estilo apropia parte de su social El auge de las lanas y de las carnes enfriadas en de determinadas áreas del que y congeladas, que impuso una verdadera modifi- a su vez le trasmiten los efectos de sus fluctuaciones cación en la estructura productiva rural, fue la económicas y políticas. Lo dicho no significa res· respuesta a la creciente demanda que el avance tar importancia a los factores de. orden interno industrial europeo y norteamericano planteaba en LAS RELACIONES DE DEPENDENCIA cia de siglo ---aec:aCLenCla del cuero sajo-- así como las crisis de CoJlOCaCl,on y en el ritmo de cre'clnruelt1to
  • 9. En Uruguay, particularmente, dos de los ros frigoríficos comenzaron a funcionar entre 1905 y 1916 fueron origen nacional: la Uruguaya y el Frigorífico Artigas. Sin em- hacia fines de la primera guerra mundial había efectuado la tranferencia de los más al poder de capitales ingleses (San- sinena) y capitales e.stadounidenses del "Trust de el LA PARTIClPAGON DI LAS IMPRUAS EXTItANJIRAS este período la participación de empre- ex1:rallje:ras es verificable en ambas ramas del cOlne:r'ClO exteric:>r ,(exportaciones e importaciones). mencionar, por su trascendencia, la expan- 810n frigoríficos extranjeros en el Río de .la Plata, aunque ello no implica restar importancia a ramificaciones extranjeras en el comercio de en materia bancaria y en los ferrocarriles, Estados Unidos, Bélgica, Argentina y un período casi similar, esos seis países (con sus- titución de Bélgica por Alemania) representaron un porcentaje igu.al, esta vez ,como mercados pro- veedores. La jerarquización de los mismos nos vuel- ve a colocar a Inglaterra en primer término, segui- da por Estados Unidos, Alemania, Francia, Argen- tina y Brasil.
  • 10. CICLO INDUSt'RIAL SUSt'ITUTI"ODE IMPORTACIONES El cU.arto de siglo que se extiende a partir de la crisis mundial de 1930 asistió al ,crecimiento in- dustrial del país, desarrollado paralelamente en otros países latinoamericanos. ,La influencia de ese crecimiento fue decisiva para el comercio exterior. primer 'lugar,' porque provocó una reestructu- ración de las impo,rtaciónes; en segundo térrnino, porque ,alteró las modalidades de la dependencia externa. Esasustítución de importacion~ fue el centro de esta etapa histórica, del mismo modo que el desarrollo de la diversificación exportable había sido el foco de mayor interés en el período anterior. COMPOSICION DE LAS EXPORTACIONES Las exportaciones continuaron enmarcadas dentro de los mismos lineamientos vigentes hacia 1930. Su base siguió siendo casi exclusivamente <lgropecuarié. Los productos de este origen alcan- zaron a.representar un 950/0 de las ventas al ex- terior, en promedio. Por su parte, las laJlas y las carnes ~en ese ()rden~ constituían los dos rubros más . representativos; entre ambos alcanzaban un 75 '% de las exportaciones totales. Por lo demás, corresponde destacar un leve crecimiento en la exportación de productos agrí- colas, más que suficiente para sobt'epasar la estan- cada comercialización de cueros. El cambio que más afectó la composición de las exportaciones fue el mayor grado de industria- lización registrado en las lanas (tops, hilados, te- jidos) y en ciertos productos agrícolas (harinas, tortas oleaginosas). Este -crecimiento de las expor- taciones con mayor coeficiente de manufacturación no fue ajeno al proceso general de industrialización que se vivió, ni tampoco, claro está, a la política proteccionista aplicada por entonces. No obstante, esa expansión de las exportaciones manufacturada,;
  • 11. 19 al comienzo de la segunda guerra. La tasa de descenso anual del % en los montos comercia- entre 1931 y 1940 es un índice elocuente en el exterior. NQ 6 visualizarse la de este sobre las las que se mantuvieron a un nivel inferior al que habían alcanzado en el afio ]930. con- hasta total de compras al a..,'U..~~I'UH:lUc;t;:) durante ese con- tuvo lugar posteriormente, en Corea. :S11mlJllt¿me:al1aellte con el aumento de las im- de bienes de se produjo un el monto de bienes interme- primas, combustibles y artículos construcción), lq que se reflejó en la pro- de importaciones correspondiente a dicho.'1 Este período presentó dos caras totalmente opuestas en relación con el ritmo .de crecimiento del intercambio externo. En el transcurso de la década del 30 Y a comienzos de la década del 40, nuestro comercio exterior pagó el precio de la depresión mundial que siguió a la crisis del 29 MAGNITUD DEL INTERCAMBIO COMERCIAL República y Dirección de Estadistico. CUADRO N'! 2 COMPOSICiÓN DE LAS (1931 fuente: Banco IMPORTACIONES
  • 12. ran otras nuevas, que resultan de la reestructura ción de las importaciones. Estos últimos temas~erá analizados particularmente, dado agregan nue vos matices a las condicionantes externas del ínter cambio que habrán de influir decisivamente e el período siguie.nte. MAS DIVISAS A CAMBIO DEL MISMO VOLUMEN DE VENTAS El efecto de los términos del intercambio mid la o pérdida que experimenta el país/el virtud de la, variación de los precios de exprona ción e importación. Desde fines de la segund guerra mundial y hasta el año 1954 (con algun años aislados anteriores), ese efecto se fue hacie do en el Uruguay -como ·en buena parte América Latjna- progresivamente positivo: s vendía a precios cada vez más altos, ,con lo qu un mismo volumen de unidades exportadas serví para adquirir cada vez más unidades de impo tación. En el caso uruguayo, esa ganancia originada po los crecientes precios de exportación permitió ocul tarel estancamiento de los volúmenes físicos ven didos, los que, a imagen de lo que ocurría con producción ganadera en general, no se desarroU ban desde los primeros años de la década del 3 Las relaciones de dependencia con el exterior manifestaron, pues, con carácter favorable haci ciertos .grupos nacionales: directamente, en fav de los ganaderos, e indirectamente, en. beneficio importadores e industriales que abrieron así amplias posibilidades de compras al exterior. obvio, pero conviene recordarlo, que los benefid recogidos en este período no f'ueron el reflejo d las tendencias normales del comercio exteripr siI que, por el contrario, provinieron de factores ci cunstanciales y extraordinarios. la colocación de los saldos de los internacionales de ex- portación; alta capacidad para importar, derivada del alza de los valores de exportación y de la en- trada de capitales del exterior; normalización de los mercados europeos y estadounidense. En esas condiciones, el intercambio externo uruguayo negó a operar anualmente cifras supe- riores a los 500 millones de dólares. LAS RELACIONES DE DEPENDENCIA Las relaciones de dependencia del Uruguay variaron cuando éste penetró en un nuevo estadio de su desarrollo económico. Por un lado se confir- maron áertos lazos de subordinación, como aque- llos que impulsaban al país a oficiar de proveedor de escasos productos básicos de la ganadería o los que derivaban de la presencia de consorcios extranjeros en los procesos de comercialización de nuestros productos (carnes, lanas, cereales' etc. ). No se insistirá sobre estf!S aspec pese a lo cual debe constar al lector la im ancia fundamental que los mism02 siguen mer~ciendo en el comercio exterior uruguayo. Por otro lado, se alteran ciertas modalidades de la dependencia, vinculadas a los precios inter- nacionales y a los mercados externos, y se configu- magnitud del intercambio, que creció a tasas anua- res del 7.7Cjó únicamente comp:arables con! las se habían registrado durante la primera con- mundial. diversos jugaron en favor de ese ver- tIgmoso crecimiento del comercio exterior uru- guayo. Sintetizando, encontramos los siguientes: 20
  • 13. IMPORTACIONES 'V¡;o,''-''~'''''''''''V por EE. UU. a la cabeza de ascenso norteamerican al influjo de la retracción del c durante la guerra, se mantuvo has otra la contracci relativ vendedores o pr oepe:naen'Cla mostró ciert acontecimient 1:n'''''7'),''''''I"" la elección de nu vos mercados de También tuvier influencia las políticas de cuotas y convenios bilat rales el en buena parte d esta las circunstancial europeo, fue n dhrers;iti<:ación pr()OUlCICla en los mercados d participación de paí mismo modo que con 1 Estados creció en detrime El papel principal de los Estad como mercado abastecedor no fue aje P011tl<:a de préstamos que ese país aplicó,e que los prestatarios (Uruguay, i U".1...1....~u los fondos prestados en adquirí En términos no se produjeron cam bias de real trascex:tdencia en lá dependencia nuestro comercio exterior con respecto a un grup escaso de mercados. Incluso el desplazamiento d Inglaterra por los EE. UU. plasmó en función d cambios ocurridos en el plano internacional, si trastrocar mayormente la composición general d nuestros compradores y vendedores tradicional Únicamente la industrialización nacional, con s distintos requisitos, y una política económica m' intervencionista, lograron una mayor diversifica ción de los mercados abastecedores. continuó LOS MERCADOS: LOS lE. UU. DESPLAZAN A INGLATERRA 22
  • 14. en ción rieron nuevas ción de la actividad Sl-paraen déficit de las nuevas modalidades de depeJtldlen- el de efecto que trasmitieron a la actividad económica En el análisis del. se los ciclos externos '-'1-"".. ",....,........ fundamen- sobre las por su intermedio la marcha de las lmportaLcH).m~s y la de cousumo de la po- Cuando ese ciclo smlp}lllc:adO de entr6 en ........."..v'",,,,,,,,, los efectos los y ese modo, fluctuaciones exltendí2Ln su influencia sobre la actividad éc(mélmilca interna en su y no únicamente la de consumo como, en de:hnltnla ocurría en el pasado. La dependencia externa mostró, pues, un rostro distinto en el proceso de sustitución de La nueva composición de estas últimas una subordinación tecnológica, una mayor necesidad. de adquisiciones y una más compleja vulnerabilidad de la economía uruguaya frente a las fluctuaciones externas. En resumen: el comercio exterior uruguayo en el 1930/54 mantuvo las. características de su estru·ctura exportadora agropecuaria, con alto predominio de lanas y carnes. En cambio, las im~ portaciones mostraron modificaciones ",n su com- posición, directamente vinculadas a los efectos de una industrialización alentada por extraordinarias minados para el materias primas esos internamente. los bienes eXlglan técnicas de~;propIOr(aO]la(las con las ...."",..,,"....... n mercado interno. nuestra industrialización ya surge vista una las nuevas modalidades de1perloenClla: la de tecnológica. que lo que ~ hizo o "'<!"""<>'-n1'><' de producción en el exte- la gama de máquinas y materias primas ad- ~ de sus técnicas a nuestro Esa adaptación no podía tener, y no tuvo, una adecuada relación con los recursos internos Y por si las técnicas tendían a desplazar mano de obra, ello no sino agravar las con- diciones de un mercado de trabajo con ma:r:cada tendencia a la desocupación. La sustitución de im- portaciones alentó, pues, una tecno- lógica que nos empujó a adquirir medios de pro- ducción ajenos a nuestra dotación de recursos internos. La evolución de esa misma tecnología concebida cada vez más hacia mercados más am- plios convertirá nuestra dependencia en un obs- táculo para sostener el crecimiento de la industria nacional. Además, la industrialización no comportó un menor nivel de exigencias en materia de importa- ciones. Por el contrario, la necesidad de adquirir los medios requeridos para.desarrollar la produc- ción manufacturera operó provocando necesidades crecientes de importación. Este proceso agudizó la necesidad de divisas, que se hizo desproporcio- nada en relación con el rendimiento de la exporta- ción de carnes y lanas. La·brecha crecerá y se los bienes importados satisficieron por mucho tiempo la mayor parte de las necesidades del consumo. primordialmente a producir lanas y carnes, no eliminó la depiendenáa. Tan sólo; le imifJ'rimiá un nuevo significado, una modalidad diferen.te, si nos atenemos a· su efecto !>l'obre la composición y el monto de las importaciones y a JiU influencia en la actividad económica interna. La estructura de las importaciones mostró, co- mo hemos visto, una sustitución de productos ter- 24
  • 15. Es en este campo donde se manifiestan lo,; fenómenos más ilustrativos de la del c:nmf~rC:]lO Una rápida recorrida de la evolución de MAGNITUD DEL INTERCAMBIO COMERCIAL entre 1950/54 Sólo un 20 de la lana """"....r ....t·"rlr, algún grado de elaboración, ese por'c,(~Il.ta lt; se aproxima al 35 % en la a...I'Ua,.l.luau. ducido tnarco de las modificaciones pr1odl11cj.das. este fenómeno -aunque muy de constituir un avance ......r'I,C"t1¡ .. 'r>. las ventas uruguayas al eX1ter:Lor panorama de las en estos años estrecha con el de fines del anterior. Las adquisiciones bienes de consumo terminados abarcan alrededor 10 en tanto que los restantes rubros están básicamente orientados al abastecimiento de la industria na,cio- En este sentido, puede observarse que los bienes intermedios crecen relativamente, en detri- mento de la importación máquinas y equipos (~n general. La disminución de los bienes de im- portados es fruto del estancamiento de la actividad industrial y de la obligada restricción de las taciones. Bajo esas circunstancias, las adQUlSH:lones se han orientado a satisfacer los "'''''I"''';'''';'¡-''''' para mantener el nivel de internas apenas cubren la reposición en. materia de narias. Esa composición de impOItaciones demues- tra la falta de crecimiento de la economía. esta situación puede explicar el descenso en la adquisición de maquinarias y otros bienes de ca- pital. COMPOSICION DE IMPORTACIONES III I COMPOSICION :EXPORTACIONES
  • 16. MENOS VOLUMEN El crecimiento del consumo interno, en el caso de las carnes, restringió aun más los tables. Ese estancamiento a apenas de¡sa¡:lar,eClerC)ll internacionales, atrajo pero la caída de las importaciones. Ambos procesos coadyuvaron al retroceso de los montos del inter- cambio total, hasta niveles que el país no conocía desde los fines de la segunda guerra mundial. LAS RELACIONES DE DEPENDENCIA en estos últimos años cuando las relaciones de dependencia se hacen sentir con mayor vigor y nitidez. Una de las principales razones para que ello ocurra así, proviene del hecho de que, a los modos tradicionales de subordinación ya comenta dos, se han agregado otras dos formas de depen- dencia muy importantes: la financiera y la po- lítica. La dependencia financiera aparece estrecha- mente ligada al proceso· de endeudamiento, inicial- mente r~ultante de los· sucesivos déficit comer- ciales que empujaron al país a recurrir a la finan- ciación de bancos extranjeros e instituciones mo- netarias internacionales. dependencia política emanó de la sujeción creciente de las decisiones nacionales a las direc- tivas adoptadas por diversos centros de pOder exterior, conforme a un enfoque económico cuado a. sus intereses. Es imposible disociar estas incisivas formas de depend~ncia de la reestructuración producida, a partir de la segunda guerra mundial, en el sistema capitalista y en su centro re~tor, los Estados Uni- dos. Mas sería simplista atribuirle el carácter de único factor causal, ya que su influencia en el Uruguay fue facilitada por particulares condiciones económicas y políticas internas. economía a 29
  • 17. EXTERIOR y de los permanentemente de las destinado q 1''''''A'''A'''<'~ provenientes ese respecto la de equipos o yy,'>r"""",,,_. blicos constituyó un atractivo no distintas negociaciones para la obtención de tamos. El endeudamiento externo como relación de dependencia apareció como una atadura finan- pero fue también un mecanismo mediante el cual se procuró abrir el mercado local a la producción manufacturera--- del exterior. LA DEUDA CRECIENTE Y SUS CONSECUENCIAS La acumulación de saldos desfavorables en relaciones comerciales con el exterior debió contar con la financiación consiguiente. Durante varios años esa financiación de los déficit S~ hizo a costa de las reservas de oro y divisas que el país poseía. evolución de los interna- cionales no ha mostrado oscilaciones. Sin embargo, la presencia de monopolios ex- tranjeros, con filiales en el país y con alto dominio de los mercados, hace muy factible la de posibles efectos negativos en materia de precios. 30
  • 18. (ación, es sobre los exterior -í ...t·"'rT1"'" de del ,cambio nm,ltnm guayo Según hemos visto, el comercio exterior un,- guayo presenta un panorama crítico por las con- tradicciones visibles en su actual desarrollo. Las estructuras de orden interno y externo encaminan las relaciones económicas internacionales por sendas que tienden a agravar la situación de crisis, y repercuten, a su vez, sobre la situación económica general. Una proyección del régimen vigente en nuestro comercio internacional, sólo puede con- cluir en resultados regresivos para la realidad económica y social del país. La superación de esta fase decadente, propia de un subdesarrollo común a la mayor parte de las países latinoamericanos, exige amplios y pro- fundos cambios por encima de las resistencias locales e internacionales. Sólo un proceso de trans- formación puede tornar positiva la influencia del comercio exterior en el Uruguay. Aunque es obvio, conviene advertir que todo proceso de cambio implica ciertas rupturas con las relaciones de poder económico y político vigentes y por ende compro- mete má.;; planos de la actividad social que eJ PERSPECTIVASde las medidas pr1ecC)lllzaclas la libertad de 'V~"""~-I..~c'l'L.J.vJ.l'L,", de un único tipo convenios no logró el alcanzar un equilibrio en nuestras merciales y de con el exterior. Por trario, los y el endeudamiento prosperando, agravados por otros fenómenos, com el alza de los niveles de precios y la emigració de capitales. La dependencia alcanzó así al plano político las orientaciones y decisiones gubernamentales e materia económica, en esencial las vinculada con el ámbito del comercio internacional, queda ron sometidas a las influencias y presiones ema nadas desde ese poder constituido en el exterior sin desmedro de admitir que ciertos grupos nacio nales acordaron apoyar sus lineamientos. En resumen, el comercio exterior ha durante estos quince últimos años por una fa., crítica que no refleja sino las vicisitudes por 1 que transita el proceso económico general. I perpetuación--de-una ·estruc-tura·· de g.}".:p().rtac¡:on básicamente agropecuaria, en un contexto de pI' ducción estancada y con baja en los precios inte nacionales, se tradujo en una menor oferta divisas, incapaz de dar sustento al nivel de exi gencias de importación emanada preferentement de la industria ya existente. En esas condicione se fue produciendo una retracción del intercambi internacional, a la vez que se acumuló una gra deuda externa originada en los déficit del balanc comercial. En este período, la dependencia de manifiesto' por la influencia provocada por 1 baja de los precios internacionales de .PV'r..A"'t-'l'J.J.OJueH por las ataduras financieras que produjo el endeu damiento externo y por la creciente subordinació política que se fue materializando en torno a 1 concepciones y las directivas del F. M. 1. nación dominante en el sistema internacional de La que del comercio internacional tiene el se apoya en defensa del apro- vechamiento de las de pro- cada país ya sea por costos, relativa abundancia (o bajos precios) recursos En el fondo, no se hace la estructura del comercio interna- Del mismo modo en la época frente al hispano, lusitano división del comercio internaciJnal de América Latina como expor- materias primas, así como su -condiCión nI'lcíerellíe consumidora de manufacturas. La del F.M. 1. en América Latina nació a mediados de la década 50, en la etapa crítica de estancamiento productivo, déficit co- y endeudamiento externo la región. Su concepción se presenta como un medio para solucionar esos problemas. Su receta propende a implantar la total libertad en la cjrculación de mercaderías y capitales. Todos los proteccionismos ser rechazados: comercio bilateral, cuotas o cupos de importación, tipos de cambio diferen- subsidios, etc. Esa versión liberal -aunque por los dominantes- expresa 'l)rl,nClPllOS bajolos debían actuar nuestros . en definitiva, implica la perpetuación y el agravamiento de sus nexos de dependencia. La experiencia uruguaya demuestra cómo la crisis económica y las reorientaciones políticas in- ternas provocaron la aparición del F. M. I. en la escena nacional, a comienzos de la década del 60. necesidad de recurrir a sus préstamos, a su visto bueno para obtener créditos en la banca extranjera, provocó, a su vez, la adaptación de la política económica a la concepción "liberal" que caracteriza a esa institución. La aprobación 32
  • 19. de decisión nacional,sino que res- ordenamiento econórnico y político lnt:en1a<:101naI -~I ... +. .. , ....."",~... +~ invulnerable en el corto del cornercio exterior en ~uenta que de mantenerse, tiempo. Dos ejemplos impotencia: nuestra ~~""'I~•.+.....~1A'''''<>'' la de nuestras del comercio interna- históricamente al Uruguay : la exportador de productos Capacidad de venta al exterior esa base. Su poder de modificación a un mayor grado de elaboración de sus materias primas, dentro de una gama muy limitada. El objetivo de alcanzar un status de exportador manufacturero está todavía lejos de concretarse para la mayoría de los países latino- americanos que, como. Uruguay, ,carecen de una tecnología más competitiva que la que poseen los grandes 'países desarrollados. Esa cualidad expor- tadora en la que 'se encuentra, encasillado el país, le acarrea trastornos complementarios: oscilaciones frecuentes de los precios internacionales de sus productos de exportación (por las prácticas espe- culativas que procesan internacionalmente), po- líticas proteccionistas, aplicadas por países desarro- llados que cuentan" con producciones similares, sustitución ·0 competencia por parte de productos manufacturados similares (caso de la lana), etc.' Aunque subsanables, estos fenómenos no han de- jado de influir en los últimos años. Otro ejemplo de dependencia difícil de quebrar en el corto plazo es el que se produce al nivel de las importaciones. En tanto exista una sujeción tecnológica es imposible liberarse de ciertas ad- quisiciones básicas para la industria y otras activi- dades económicas, así como tampoco hay capaci- 34 dad para lograr un de¡mrrollo propio y de las mismas. Pero así como la eliminación de la dependencia no puede fructificar en esos campos -dadas las condiciones actuales- en cambio sí es posible actuar inmediatamente en otros. Por ejemplo, puede imprimir a la política del comercio exterior y de financiamiento una orientación que no se sujete a las decisiones de ciertos centros de eoder económico y político del exterior; en ese sentido, se puede y se debe evitar la concentración de mercados obligada por los préstamos, la imposi dón de precios y fletes en ciertos acuerdos, 1 apertura indiscriminada de las importaciones, etc Igualmente, se puede dar un carácter naciona a la actividad interna vinculada al comercio terior, evitando que los monopolios que operan en el ámbito internacional vean acrecido su pode dentro mismo del país. Estas medidas de reestruc turación en el intercambio internacional no está situadas en el área de las posibilidades, inmediata mente inaccesibles, en tanto exista una concienci política y social general capaz de hacerlas En lo estrictamente interno, el cambio reque rible en el Uruguay es el que debiera conducir un aumento de la producción agropecuaria. L estructuras que deben superarse en este caso so orden socio-económico (latifundio-minifundi y actual sistema de propiedad de la tierra) así com tecnológíco (necesidad de praderas artificiales). E esta situación, más que en ninguna otra, es dond aparece una posibilidad concreta de crecimient que permite no sólo aumentar las exportaciones sin dar mayor apoyo a aquellos por elimin formas de dependencia econ6mica. Pero p ra ello se requiere una política claramente dirigí al cambio de las condiciones que desde hace por 1 menos treinta años impiden que aflore la eno . potencialidad del suelo y el trabajo uruguayos.
  • 20. Primeros símbolos de un sistema monetario nadonaL nes de descifrar tarios del ...."".,.:,,""r1"" bancario, externo y presiones especulativas con títulos, valores mobi- liarios, y dinero billete emitido por el Estado, así como quiebras importantes en varios bancos. Estos fenómenos no fueron únicamente el resultado de la audacia o inescrupulosidad de ciertos individuos sino, sobre todo, el producto del régimen econó- mico y político imperante que, entre otros aspec- tos, mostraba: excesos de ahorros incapaces de invertirse en el restringido campo productivo existente, escasa capacidad financiera del Estado para solventar su gestión administrativo-militar, de- pendencia con respecto al sistema financiero inglés y amplia libertad bancaria (vale decir, ausencia de normas e instituciones reguladoras de la gestión privada en cuanto a creación y empleo del dinero). Los problemas monetario-financieros surgidos en esa época son atribuibles, pues, al ,contexto econó- mico y político vigente, definido como las relacio- nes particulares existentes entre el desarrollo pro- ductivo .alcanzado, el tipo de dependencia mate- rializado con relación a los centros dominantes del sistema capitalista y el grado de consolidación interna del poder político y 'económico. Un análisis histórico realizado desde esta pers- pectiva permitiría verificar otros tantos cambios de la problemática monetaria sugeridos por alte- raciones en esos u otros planos definitorios del desenvolvimiento global de la sociedad uruguaya. Particularmente, en los últimos quince años se han declarado variados y complejos conflictos de orden monetario en el país. Ellos han sido vinculados -en su explicación y secuencia- con" el perma- nente próceso inflacionario. Aceptando que la in- flación .pueda ser utilizada como proceso de refe- rencia de los particulares problemas monetarios, es conveniente introducir algunas nociones sobre la génesis y el significado del citado fenómeno. A partir de entonces podremos estar en condicio- no deben restringirse a la cuantía y relaciones d cambio de las unidades nacionales sino tambiéI a la circulación y relaciones de cambio con unida des monetarias extranjeras. Definido el objeto especifico del análisis, res taría establecer fenómenos se c~racteriza como problemas monetarios. Según lo aclarad anteriormente, no existen problemas de este ca rácter, sino contradicciones en el desarrollo eco nómico general que se manifiestan monetariamen te. En consecuencia, existen tantos tipos de pro blemas monetarios como etapas o momentos con flictiv08 diferentes se dan históricamente,' en fun ción de las particularidades de desarrollo económic del país considerado. Así, por ejemplo, en el Uruguay ocurrier violentas d~torsiones monetario~'financieras ent 1860 y 1890. En esa fase muy primitiva de deS' rrollo pecuario-exportador se produjeron serir La situación monetaria de un país expresa, como un semblante, la situación de la economía en su conjunto. Vistos desde ese ángulo, los problemas monetarios no resultan más que manifestaciones de una dedaTada en todo el cuerpo económico. Esta imagen sintética, además de brindar una pri~ mera aproximación al tema, implica (y conviene admitirlo desde un comienzo) la adhesión a un cierto enfoque teórico. Según él, el estudio de la problemática monetaria en un país se hace objetivo en tanto refleja las contradicciones que se procesan en las relaciones económicas fundamentales de producción, distribución y consumo de la sociedad. En tanto el dinero sea aceptado como una ca- tegoría histórica dependiente del proceso econó~ mico general, su circulación debe analizarse a la luz de las necesidades de una comunidad de inter- cambio (local e internacional). Por ende, los ele- mentos monetarios influyentes en un cierto país INTRODUCCION 36 37
  • 21. LA INFLACI()N por el Fondo Monetario Internacional y política- mente instrumentalizada a través de sus planes de estabilización monetaria, explica el proceso infla- cionario como el resultado de un exceso en el poder de compra interno y externo en relación con el nivel de la prGducción y con la real capa- cidad de importar productos del extranjero. Esa exageraclOn de la demanda apoyado en dinero) se n.r'-'.r!llI'P -según convenciones o portamiento económicas. aspectos desequilibrio lnilaClQI1lar:JlO grupos de la ANIDAl PINTO SANTA CRUZ c) b) A. - Factores estructurales: a) Equilibrio comunitarios: * Derecha terrateniente * comercial no dominante. * obrera d) social costosa y burocrá- eleva y cuyos benefi- cios un (':::n·~::t{'t."l' <1Jlt:<1t.Ull'U. B. - Factores inmediatos: a) fiscal. b) monetario. c) Carrera 'Pr«~Cl()S-ln2']~eS()s. A. - Presiones básicas: a) Estancamiento y fluctuación de las exportaciones. b) Deterioro de la relación de intercambio y de la capacidad para importar. e) Incapacidad relativa de crecimiento de la pro- ducción agropecuaria. JUAN NOYOLA vÁSQUEl B. - Mecanismos de propagación: a) Sistema tributario regresivo y muy dependieme del comercio exterior. b) Crecimiento de gastos estatales como forma de compensar el efecto regresivo de los ingresos. e) Expansión del dinero como medio de dotar a la economía de liquidez suficiente para seguir el ritmo de precios. d) Reajuste de precios relacionado al poder mono- pólico; escasez de oferta, controles de precios y subsidios. e) Reajuste de salarios por la acción sindical defl".n- sora de la participación de los salarios en el in- , greso nacional. f) Reajuste de ingresos de rentistas. estructurales económicas, políticas y sociales e dichos países. Más aun, se tornó mayoritaria Ir opinión de que, más allá de las particularidade de cada nación, la inflación latinoamericana s vertebraba sobre básicos denominadores comunes. El fenómeno se estudió, pues, como una secuencia relativamente lógica y uniforme de una mi~ma realidad histórica de América Latina. Esa generalización teón.ca del proceso infla cionario se bifurcó en dos interpretaciones diferen- tes: la tesis tradicionalmente denominada "mone- tarista"y la tesis "estructuralista". Ambas admitían un contexto inflacionario en la mayoría de· los países latinoamericanos, pero fundaban sus argu- mentos sobre premisas diferentes. La primera posición defendida especialmente LAS CORRIENTES INTERPRETATIVAS La inflación es un· proceso que se expresa a través de un alza sostenida en los precios internos. Diversas han sido las teorías que en el mundo han procurado explicar ese sistemático y acumu- lativo crecimiento de precios. En América Latina, esta necesidad de inter- preta.r la inflación se hizo más aguda en virtud del ntmo acelerado de ese proceso. Particularmen- te en el Cono Sur, países como Argentina Brasil y Chile registraron graves variaciones en sus' niveles de precios durante algunos años. La permanencia de la inflación desvirtuó las explicaciones b~sadas en factores ocasionales o cir- cunstanciales. Se fue afirmando, así, la existencia de causa~ que arraigaban en las características 38
  • 22. sobre el mercado cambiario y determinó la desvalo- rización de la moneda nacional. Sus efectos sobre los precios internos se experimentaron de inmediato a raíz de los mayores costos, o las expectativas de mayore-; costos de los productos y servicios impor- tados. M~diante la reforma monetaria y <::ambiaria del año el gobierno nevó a cabo un ajuste del régimen del -comercio exterior. Se operó una mayor liberalización de las transacciones en moneda ex: tranjera y se devaluó el tipo de cambio'"oficial, lo que produjo nuevas alzas en los precios de pro- ductos y servicios vinculados al mercado externo. Los principios que guiaron esas decisiones estaban relacionados con la intención de favorecer los precios, las ganancias y, en definitiva, la mayor producción del sector agropecuario, aumentar el nivel de eficiencia de las actividades manufacture- ras internas disminuyendo la protección oficial, y limitar el crecimiento de los cuadros burocráticos del Estado. En una etapa de estancamiento productivo, signada además por la caída de los precios inter- nacionales de la lana, esta primera fase inflaciona- ria se impuso como una redistribución de ingresos en favor de los grupos ganaderos y exportadores, teóricamente planteada en. detrimento de las ga- nancias de los empresarios industriales y de los ingresos de los grupos sociales dependientes del Estado. En última instancia, el proceso determinó que el 'costo de la redistribución inflacionaria re- cayera sobre los grupos trabajadores en general (por el retraso en el ajuste del poder de compra de sus salarios) y en los sectores sociales con rentas fijas. Hacia 1962 se pudo comprobar que el proceso productivo agro-industrial seguía manteniendo su .nivel de estancamiento y, en consecuencia,. el co- mercio exterior continuaba confirmando su signo manufacturera. En el primer caso, por la conser- vación de las relaciones latifundistas de produc- ción; en el segundo caso, debido a la incapacidad tecnológica de avanzar hacia ramas.que exigen un volumen de capital y un mercado muy amplia- dos. Esas condiciones de rentabilidad, que condi- cen con las dificultades de desarrollo de la estructu- ra agro-industrial interna, limitan las inversiones en esas actividades y provocan el estancamiento en la producción. Simultáneamente, la condición dependiente de nuestra economía se volvió a poner al descubierto en ese mismo momento, a raíz del descenso de precios internacionales de la lana y, en menor de la carne. Ese fenómeno influyó sobre los beneficios de los propietarios rurales a la vez que restringió la capacidad de abastecimiento de la industria, supeditada a contar con divisas para importar materias primas, y combus- tibles. Las de los grupos ganaderos y ex- portadores por mantener como mínimo su nivel de beneficios afectado por la baja en los precios externos- se expresaron en sus constantes reclamos de aumento del tipo de cambio oficial para las ventas al exterior. En la medida en que las devaluaciones producidas fueron menores que las exigidas o sencillamente, en -ciertos perío- dos, no se llevaron a cabo, se estimularon prácticas de retencióJ;l de productos exportables y de contra- bando sobre todo alrededor de los años 1957/8. Ello comprometió más aun el suministro de divi- sas necesarias para las importaciones abastecedoras de la industria. En definitiva, coadyuvaron a agra- var el déficit del balance comercial. El juego de presiones de ciertos grupos gana- deros y exportadores, multiplicado por incipientes prácticas especulativas de otros agentes económicos (banqueros, industriales y comerciantes), incidió En nuestro país, cOl1;cretamente, la inflación tiene sus raíces en la crisis de su régimen económico capitalista y dependiente. A cierta altura de su desarrollo, hacia mediados de la década del 50, afloraron crecientes limitaciones para realizar nue- vas inversiones en el canlpo productivo. Esas limita- ciones responden al escaso atractivo capitalista, es decir de ganancias relativas obtenibles en la acti- vidad agropecuaria y especialmente en la actividad EXPLICACION DEL INFLACIONARIO La posición ha defendida por varios economistas latinoamericanos y por la Comisión Económica para América Latina (CE- PAL). Entre la:, múltiples proposiciones explicati- vas comprendidas en este enfoque, existe acuerdo en las básicas o estructurales de la inflación por una y por otra sus meca- nismos de Las básicas o esenciales del pro- ceso, mientras los propagación cual lo indica el sólo expresan las formas concretas las cuales se manifiesta la Sintetizando, las pri- meras serían las causas de la inflación, mientras los segundos serían sus efectos o. factores inmediatos. Para el alcance de este enfoque se han seleccionado dos posiciones alineadas en el estructuralismo, como explicación del proceso in- flacionario: Fuente: "Política de Estabilización. La experiencia chi- lena en el decenio 1956-66" (Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social) - E.nrique Sierra. 40 41
  • 23. desde el punto de vista político, tienen relación con los vaivenes de la orientación gubernamen- tal, particularmente en el campo del comercio exteriot.y los cambios internacionales. La influencia que esas condiciones ejercieron sobre el desarrollo de la inflación especulativa ptiede resumirse del siguiente modo: En cuanto al ciclo de empleo de capitales, éstos fueron orientándose hacia el exterior. La fuga de capitales se .caracteriza económicamente por la constitución generalizada de activos en moneda extranjera, y físicamente se manifiesta en su radi- ca.ción en el exterior. Esa fuga se explica inicial mente por la disminución de áreas rentables d colocación interna para los capitales. No· obstante su ritmo se modeló conforme a criterios especula tivos vinctilados a. las expectativas de modificació del tipo de cambio. En esas circunstancias, las fugas de· caPitales fueron factor fundamental para precipitar esa modificación y alterar el nivel d precios internos. En cuanto al desarrollo del sistema financier privado, es de destacar que constituyó un marc muy propicio para alentar o canalizar procesos es- peculltivos: por la poderosa y diversificada orga- nización que alcanzó, por la concentración de nego- cios en pocas instituciones (a pesar del elevado nú mero de bancos y dependencias), por sti important actuación en mercados claves de dimensión muy ducida y gran sensibilidad (como los de moneda extranjera) y por el clima de amplia libertad en el que se movieron. Finalmente, con relación a la política cam- biaria y de comercio exterior, cabe anotar que estuvo -sujeta a reiterados virajes determinados po factor~ político-electorales y por la entidad de la deuda externa contraída. En general, la política. estatal se embarcó en una línea de actuación B~ CiD 1954= 1 ·desde el punto' de vista institucional, se refie- desarrOllo por la organización privada; 42
  • 24. 45 Luego de haber sido pilar del sistema, el Banco' República ha gran parte (,le la primera de las sedes que ocup6¡ antes asiento el el Banco Nacional. política llevaron relativamente a "traicionar" los compromisos con aquella institución, provocando un acrecentamiento de las expectativas de especu- lación. Ese carácter especulativo del proceso econó- mico de estos últimos años provocó una inflación aun mayor que la registrada en el período anterior. Sólo a título ilustrativo -conviene señalar que el alza de los precios. promedialmente fue del 20 anual entre los años 1954/61; porcentaje que se triplicó en el· transcurso del período 1962/67. En ese agravamiento de la crisis económica no resultó extraño encontrar problemas monetarios de distinta naturaleza e intensidad, de los cuales ENFOQUES DEL PROCESO INFLACIONARIO URUGUAYO Una posición generalizada concibe el proceso in- flacionario como un fenómeno patológico,. originado en una falla o desvío' qel funcionamiento normal de la economía. En lo social es una especie de guerra civil, desatada por la ausencia de un Estado que arbitre imparcialmente los antagonismos y las ten· siones. A esa concepción se opoDe la que reconoce en la inflación un proceso lógico, producido por el desarrollo de una contradicción que está. en la base actual de la organización capitalista y dependiente de nuestra sociedad: evolución descendente de las tasas relativas de ganancias de determinados procesos productivos básicos y subordinación de estos últimos a las orientaciones del capitalismo monopólico in- ternacionaL A la generalización -y por ende absolución éti- ca- de la primera interpretación,. que hace igual- mente víctimas y culpables del alza de. precios a todos los grupos sociales se enfrenta la visión de un claro proceso impulsado por algunos de esos grupos: aquellos que, disponiendo de capacidad para! im· poner su poder y para alterar los preci?s de. . servicios y divisas, logran por esos.medIOS apropIar- se de mayores ganancias y riquezas. La primera explicación, en definitiva, ve en la inflación un proceso derivado.del desequilibrio eco- nómico (brocha entre ciertas magnitudes) y social (incompatibilidad entre los objetivos de los distintos grupos) • La otra interpretación, en cambio, enfoca la inflación en un sentido relativamente opuesto: se trata de una etapa transitoria que permite superar la contradicción generada en el plano de las rela- ciones distributivas del producto'social, a la vez que conserva en un punto critico el régimen económico y político existente. Los nuevos conflictos que se plantean en pleno desarrollo del proceso inflaciona- rio señalan el pasaje cualitativo a una nueva etapa: la de mayor concentración económica interna y de dependencia con el exterior. inspirada durante la mayor parte del período 196-2/67 en los postulados del F; M. 1.; pero, lle- gado el caso, las posibilidades de confirmación 44 Gty hale, primera sed. La extranierización de '. banca, uno de los aspec- tos más importantes del .actual proceso financiero.
  • 25. Con respecto a la estructura de la banca pri- vada, cabe destacar la considerable expansión de los bancos del Interior, que pasaron, posterior- mente, a actuar en Montevideo. Aproximadamente el 80 de las nuevas entidades bancarias que se crearon durante el período 1955/60 tenían su asiento en el interior del país. Interesa analizar dos fenómenos que acompa- ñan a este crecimiento de la banca privada: el ejercicio de funciones nuevas y la captación de funciones tradicionalmente desarrolladas por la ban- ca oficial. , En cuanto al primer caso, corresponde anotar que en el período 1954/61 los bancos acometieron nuevas actividades de naturaleza no estrictamente bancaria. Se dedicaron, por ejemplo, a la gestión inmobiliaria (compra, venta y administración de propiedades) ; tomaron mayor ingerencia en la tra- mitación del comercio exterior, etc. Esta nueva En el período una intensa expansión del tanto en sus as- pectos físicos ( de dependencias y funcio- narios) como en su incidencia dentro del sistema financiero. Este crecimiento continuó y acentuó la tendencia que ya se observaba en los años pos- teriores a la Segunda Guerra Mundial. Sólo entre 1955 y 1959 la tasa total de aumen- to del número de empleados bancarios fue del 5.9 %anual acumulativo, y la de creación de nuevas instituciones alcanzó al 9.4 Ninguna otra acti- vidad económica en el Uruguay creció a ese ritmo. En este fenómeno cabe adjudicar un papel prepon- deranfe a la banca privada. En efecto, hacia fines de 1961 ésta totalizaba 61 instituciones y 557 de- pendencias, o sea una dependencia bancaria pri- vada cada 4.500 habitantes, aproximadamente: uno de los más altos grados de actividad bancaria en el mundo. HIPERT aFIA y CRIIII BAN ARIA 46 47
  • 26. Esta curva bancaria nas instituciones' y sucursales y realizadas han afirmado esa La evolución física del sistema bancario pri- vado fue claramente decreciente, especialmente a En cuanto al Banco ,de la' Repúbli,ca, continuó su acelerado proceso de deterioro, tanto en el campo de su actuación bancaria comercial como en cuanto a su {unción como organismo rector del sistema bancario. LA EXPANSION DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS EXTRA-BANCARIAS demanda: por ejemplo, las mayores exigencias fi- nancieras provocadas por el crecimiento del nivel de stocks en ciertos sectores de la economía y la práctica comercial generalizada de las ventas de mercaderías a p~azo. fue el panorama bancario hasta el año 1961, aproximadamente. La evolución de la banca privada en los años siguientes !( 1962/67) revela ciert~ cambios, aparentemente. Así, en una pri- mera aproximación y desde un punto de vista físico (número de funcionarios y de dependencias) se observa una tendencia decreciente. Esta primera comprobación, empero, no basta' para caracterizar debidamente la evolución del sistema bancario en dicho lapso. Un conjunto de nuevos elementos de distinta naturaleza delata cambios en la orienta- ción y en la manera de actuar de la banca que constituyen -ellos sÍ- los aspectos centrales a analizar. Se trata del surgimiento de las entidades parabancarias ("financieras"), del crecimiento de las operaciones en moneda extranjera por parte de los bancos, y de la orientf.lción brindada por ellos a sus colocaciones. (en porcentajes sobre el total de créditos '1 depósitos en moneda nacional del sistema bancario) CUADRO NC! 1 CR~DITOS y DEPóSITOS DE PARTICULARES y EMPRESAS EN LA BANCA PRIVADA por una mayor demanda de crédito; esa demanda se originó, en parte, en la reestructuración pre- cedentemente comentada: el desvío de una por- ción de la clientela, hasta entonces asistida por los bancos ofiCiales, hacia la banca privada. Es pro- bable, empero, que otros factores hayan tenido incidencia más determinante en el aumento de la 48 49
  • 27. EL INCREMENTO DE LAS OPERACIONES EN MONEDA EXTRANJERA Un segundo elemento revelador del cambio producido en el funcionamiento y en la orienta- ción de la banca privada en este período, es el aumento producido en sus operaciones en moneda extranjera. Entre 1954 y 1961 el crédito en moneda ex- tranjera de la banca privada representaba el 10 % del crédito total. A partir de 1962 esa proporción se fue alterando rápidamente hasta al- canzar porcentajes superiores al 40 %. Este fenó- EL DESTINO meno contribuyó al aum<:nto del endeudamiento externo, por el uso más intenso de las líneas de crédito de bancos extranjeros. Debe tenerse en cuenta, además, las obligaciones en moneda extran- jera contraídas por el Banco de la República fren- te a la banca privada en los años críticos de 1964 y 1965. CUADRO N9 2 CReDITOS EN MONEDA EXTRANJERA OTORGADOS POR LA BANCA PRIVADA «porcentaies en relación al total de sus créditos) yor concentración de instituciOIles, y por consi- guiente, a su relativa disminución. Pero, tal como se ha puntualizado precedente- mente, esta evolución física no constituye un ele- mento determinante para la caracterización de la banca privada durante..estos últimos años. En 10 fundamental, porque colateralmente se produjo una expansión de .entidades financieras, filiales en su mayor parte de los propios bancos, cuya gestión se centró en la recepción de depósitos y en la realización de colocaciones' al margen de las nor- mas que regulan la actividad bancaria, al mismo tiempo que proporcionaban más y mejores canales para la evasión de capitales e impuestos. Es muy difícil medir el grado de desvío de depósitos y créditos que seprpdujo en dirección a la actividad financiera parabancaria. Una esti- mación por demás precaria sitúa en un 20 % la masa de negocios, desplazados hacia esas institu- ciones financieras. so 51
  • 28. pitales, y aun menos fácil total acumulado. No oo::¡taIlte, nomía de la de esa fuga de Unidos y que, 350 millones en el P..'l'.:itp.Ti!(}r Otro tener en cuenta fue la descompresora que la de ca- pitales en el mercado En efecto, la capitales comportó una disminución de fondos finan- cieros. con la contención del crédito oficial, la citada sostener altas tasas de interés ende una favorable en el a los excedentes que pennaneClef()fl CRISIS FI LA FUGA DE CAPITALES Como se ha indicado con anterioridad, la fuga de capitales fue el resultado del. agotamien~o rela- tivo de oportunidades de inverSIOnes, lucratI~as. ~~ el campo productivo local. Este fenomeno mCldIO de modo relevante sobre el déficit del balance de! p'agas, especialmente después de 1,962. En base a cifras oficiales y ,con algunos ajustes de poca entidad, se pueden estimar en 292 millones de dólares las fugas de capitales registradas entre 1962 y 1967. Para valorar la importancia de esas f~gas es significativo señalar que .su m?~to fue ~znco veces mai'yor 'al défic.ít camerczal verzbcado en zgual período (58.9 millones de dólares) y un ~O %' sup'eriO'r a la inversión bruta fija (construccIOnes, maquinarias y equipos) efectuada du,rant'e .todo d .año 1968. Es extremadamente difícil obtener datos que permitan verificar el destino de la evasión de ca- LA CIISIS BANCAllA Las modalidades del proceso infla- cionario en estos últimos años comportabangrav~s en los principios de seguridad a que deben aIlJl$takfSC ciertas actividades, que se hacían audaces en aras del objetivo de obtener las máximas ganan- cias. La gestión bancaria es la que, centralizar capitales requiere -y a está obligada- el respeto de principos técnicos que garanticen su debido funcionamiento. Ese equilibrio entre rentabilidad y seguridad se que- brantó en el sistema bancario uruguayo Por múl- tiples motivos, que emergieron a la superficie -aun- que no totalmente- en 1965. Así Se puso en evi- dencia la tergiversación especulativa a la que se había acomodado la gestión bancaria. La supe- ración parcial de. esa crisis determinó un aumento de la dependencia con respecto al exterior, debido al cúmulo de deudas y a la· necesidad de nuevos créditos. En aquel entonces -y aun hoy- la crisis bancaria dejó al descubierto la sorda lucha entre grupos empresariales,. en la que participaron tanto ciertos intereses creados internamente como otros externos al país. Ello demostraba -y las fusiones y la extranjerización de la banca privada habrían de ratificarlo~ que en el sistema bancario uru- guayo no estuvo ausente la competencia por el dominio de los canales financieros. En resumen, la banca privada, foco central de los comportamientos especulativos y de los proble- mas monetarios de los últimos años, asumió los riesgos de una elevación vertical de ganancias que la hizo relegar a un segundo plano los criterios de seguridad. La crisis maduró en esa deformada y deformante estructura financiera que, entre otros aspectos, reflejaba una lucha particular entre cier.. tos grupos por el dominio de estos centros de decisión financiera. haber ción y gunas puede nhTlu:zaT!ie CUADRO NI:] 3 COLOCACIONES DE LA BANCA PRIVADA POR TIPO DE ACTIVIDAD 1en porcienfos) crédito otorgado por la banca privada se ha vertido hacia la intermediaci'ón. Se trata de una orienta- ción lógica, por otra parte, si se atie~de a las ca- racterísticas marcadamente especulatIvas del pe- ríodo. Los factores precedentemente enun~iado~,reper- cutieron de modo importante en la sItuaclOn del Banco de la República. Por un lado, porque. ~ete­ rioraron aun más la participación de la actIvIdad bancaria oficial en el conjunto del sistema finan- cikro. Y por otro lado, porque agravaron la inca- pacidad del Banco de la República para regular y controlar el ,campo de actividades sometido a su competencia. La crisis de .1965. Yotros hechos pos- teriores: han puesto en eVIdenCIa el grado de des- composición alcanzado por determina?as'" i.nstitu- ciones financieras privadas y la ausenCIa o Inefec- tividad de los controles que sobre ellas debía ejercer el Estado. 52 53
  • 29. 55 estos UUllmclS. C!""nrn....Nn. termIltlO, la evasión fiscal y el otor- la(:l11l:1a(les a los morosos acarreó cuan- nj>1I'Ñ11'i<:!lc! al Estado este último caso, por DEFICIT Otra de las nario fue la tales. El Estado UTIJlP'miVO cipación en la admlnistra,C1C)D en la necesidad de una mayor ...vu..,..i",...... ción de esos nul~mt)S medio, de las Dr4~1«)n(~ que se adopten ciertas mc::dl<1as poJlít1~:::as puntualmente con el C1P1!"'ut>"""n hacia fines del año 1957. Se había multiplicado por tres en el transcurso de una década. Por sí solo el Banco de la República llegó a acumular deudas en moneda extranjera -dentro y fuera del país- por un monto cercano a los 300 millones de dólares. Gran parte de esa deuda era exigible en un plazo muy corto. A fines del año 1968 el nivel de endeudamiento externo sigue siendo elevado a pesar de haber sido á:batido en aproximadamente un 10 % y. aunque se ~alogrado una relativa extensión en su plazo medio de exigibilidad. El endeudamiento externo puede observarse co- rno el resultado de factores eminentemente internos, pero un enfoque más amplio del fenómeno indica que éste es uno de los frutos de la dependencia. pomo ya se afirmó en el análisis de nuestro comer- do exterior, el endeudamiento constituyó un medio de abrir el mercado interno a la producción de ciertos países. La mayoría de los préstamos finan- cieros de organismos. internacionales y de bancos extranjeros estuvieron permanentemente ligados a una exigencia de mayor libertad de importaciones e incluso involucraron una canalización de las com- pras hacia las naciones prestamistas. Por otra parte, el endeudamiento externo se transformÓ en. una. atadura política, desde que el visto bueno de organismos internacionales y bancos a las refinanciaciQnes y nuevos préstamos se fue obteniendo en tanto se adoptaron determinadas me- didas en los campos del comercio exterior, presu- puesto gubernamental, crédito y salarios. En consecuencia, el endeudamiento externo es un fenómeno de dependencia a dos niveles. Por un lado, como expresión resultante del déficit comer- cial y de una fuga de capitales que pone al servicio del exterior una parte importante del esfuerzo pro- ductivo interno. Por otro lado, como subordinación política a los centros prestamistas, que se traduce Vale tener presente la cuantía que ese endeu- damiento estaba alcanzando. Por ejemplo,entre 1965 y 1967 las entidades públicas y privadas del país debían al exterior un monto que osciló alrede- dor de los 440 millones de dólares, es decir, una cifra cercana a dos años y medio de exportaciones. Para aquilatar su dimensión bastaría indicar que esa deuda sólo ascendía a 145 millones de dólares cuarto trimestre de 1963 cliarto trimestre de 1964 segundo trimestre de 1965 segundo trimestre de 1966 cuarto trim~tre de 1967 primer trimestre· de 1968 Misiones financieras ,al exterior verdadera crisis del endeudamiento externo surgió cuando éste se acrecentó para dar respuesta a la fuga de capitales. Es decir, a medida que los ex-cedentes internos se fueron convirtiendo en mo- neda extranjera. En esas circunstancias, el endeu- damiento se hizo en función de las corrientes emi- gratorias de capitales y dejó de servir, por ejemplo, a los propósitos de mantener ciertos niveles de actividad industrial o estatal. La necesidad de dar soluciones a ese problema, que se volvió muy grave alrededor de 1965 y años posteriores, determinó frecuentes refinancia- ciones y oscilaciones de la política económica que actuaron como puntales para la exacerbación de los comportamientos especulativos y la fuga de capitales. Un ·calendario de las más importantes ne- gociaciones gubernamentales encaradas para obte- ner nuevos préstamos y nuevos plazos para la deuda ya contraída, nos da una visión que no agota las múltiples tratativas efectuadas primordialmente con la banca norteamericana: 54 CUADRO .N<J .4 FUGA DE CAPITALES (en millones de dólares) Toda esa situación, analizada particularmente en relación al balance comercial y la evasión de capitales, redundó en un mayor endeudamiento del país y, en especial, del Banco de la República. Ese endeudamiento externo nació a partir de la Reforma Monetaria yCambiaria del año 1959, co- mo consecuencia de la apertura financiera al ex- terior que propició la intensificación en el uso de créditos internacionales. Ese aporte de capitales no condujo solamente a facilitar importaciones que no podían llevarse a cabo 'por el nivel de las ex- portaciones; a la vez, sirvió para realizar inver- siones mínimas por parte del Estado, desprovisto de ahorros para llevarlas a cabo por sí mismo, y para sostener la cotización cambiaria oficial (años 1962 y 1966). Así, el Estado postergó buena parte de los conflictos o problemas emergentes de 1m balances comerciales deficitarios ypermit:ó la con· tinuidad del abastecimiento industrial. . EL ENDEUDAMIENTO EXTERNO
  • 30. 57 en todas ma- la estructura pro- supuestal, más que un empuje cuantitativo com- porta un cambio cualitativo del papel del Estado uruguayo, que se traduce en un proceso de entrega de parte' de sus actividades a la iniciativa n""''',·j,r1,., (especialmente extranjera) y en la que genera su desaparición como demandante de mano de obra en el mercado de ~4 ~.~~•• ~. Recapitulando: la inflación que se desencade- nó en los últimos años fue el de compor- tamientos redistributivos del producto social por parte de agentes económicos que actuaron en sus distintas áreas con fines de especulación. La especulación comercial y financiera se COJl- cretó en virtud de las condiciones infla~ionarias pre~xistentes, por el agotamiento relativo de opor- tumdades de ganancias en otros empleos internos CUADRO NI) 5 GASTOS DEL GOBIERNO (Retribuciones de Funcionarios, Pasividades y Gastos de Oficinas» En el último cuatrienio se ha procurado lograr el equilibrio presupuestal por la vía de una dismi- nución efectiva de los gastos estatales. Ello, además de afectar el nivel de ingresos de los sectores de· pendientes del Estado, ha restringido su papel co- mo absorbedor de mano de obra y ha limitado su capacidad de inversión. En definitiva, los déficit fiscales, como fenó- meno financiero, dejaron al descubierto una de las facetas redistributivas de la inflación que, en el caso que nos ocupa, hizo entrar en crisis al Estado como agente de transferencia de ingresos y como agente económico fundamental en ciertas ramas de la producción de bienes y servicios. En efecto, la política encaminada hada el equilibrio pre- .- la provlslOn de recursos financieros a través de créditos del Banco de la R.epública, origi- nados directamente por una mayor emisión; la provisión de recursos financieros a través de préstamos del exterior; - la transferencia de fondos al gobierno central, provenientes de organismos que daban supe- rávit, como fue el ·caso de las Cajas de Jubila- ciones; el aumento de las deudas impagas, en especial con proveedores del Estado; la realización de devaluaciones que, al aumen- tar el valor en moneda ·local de las operacio- nes del comercio exterior, acrecentaba el mon- to nominal de los impuestos aplicados a éstas. esa forma las devaluaciones -provocadas por los déficit del balance de pagos y por la presión de ciertos grupos ganaderos, exporta- dores y financieros- pasaron a constituir una fuente de ingresos para el Estado; son las que' posteriormente se dio en llamar, reconociendo ese objetivo, devaluaciones "fiscalistas". 56 la disminución del valor real de las deudas gene- radas, a consecuencia de la inflación). En tercer lugar, la baja del intercambio externo deterioró una fuente de ingresos muy importante en los últimos años. En cuarto lugar, los precios de los productos y servicios de las empresas públicas subien- do a un ritmo lento que el general de lo que dificultades de fi- nanciación. Finalmente, con una importancia no menor que los factores anteriores, cabe mencionar las elevadí- simas pérdidas que el en razón de los comportamientos especulativos. La especulación, sobre todo, produjo pérdidas en la cambiaria del Banco de la R.epública, como consecuencia de que esta institución debió reponer los vendi- dos, y las deyaluaciones la obligaron a pagar más pesos que los que había recibido cuando fueron comprados con fines especulativos. De ese modo, el Banco perdi6 recursos por montos que, acumula- dos, seria.n en la:· (ljctualidad equivalentes a un supuesto anuaJl del gobier:nQ central. Esa creciente inadecuación de ingresos fis- cales al nivel de· gastos del Estado se manifiesta en abultados déficit presupuestales. Aun cuando los gastos comenzaron a reducirse en términos reales a partir del año 1965 -a costa de la baja del poder adquisitivo de sus funcionarios y los pasivos- la brecha entre gastos e ingresos se mantuvo. La incapacidad del Estado para obtener mayores recursos. de los sectores de altos ingresos, lo obligó a recurrir a una serie de procedimientos que única- mente sirvieron para acelerar el proceso inflaciona- rio, sin dar solución permanente a su problemática financiera. Entre esos procedimientos, cabe anotar: el aumento en las tasas de impuestos al con- sumo y en los precios de los bienes y servicios producidos por el Estado;
  • 31. 58 interno reduce o anula n¡entar la pr10aUCiCláln sm tración libertad efectos Lo mismo ocurre La ponderable ,...._,/.~,~'u productividades -traspase privadas, mente a tales. la actividad monetaria y el comercio exterior han estado estrechamente vinculados en nuestro país. desde una óptica progresista, tienen vinculaciólJ con la canalización y el empleo de capitales. tiempos pasados ilustran en medida sufi- ciente la falsedad de afirmar que el carece de .capitales para encarar -inversiones necesarias. Lógicamente, si la fuga de capitales constituye un comportamiento admitido e incluso fomentado se hace difícil encarar nuevos proyectos en~cual~ quier país del mu:gdo. El despilfarro y la "emigra- ción al exterior de parte del esfuerzo productivo el hilo :conductor hacia la resolución de los mencio- nados problemas monetarios y su secuela de efectos. Esta posición, inatacable pero no siempre practi- cada, :constituye el principio básico sobre el cual debe constituirse el desarrollo económico y sociaL Es natural que, en la medida en que un régi- men económico alcanza un estadio histórico de su evolución en el cual sus 'fundamentales relacio- nes sociales sólo conducen al estancamiento y a la involución productiva, todo proyecto de desarrollo nacional involucra la necesidad de afectar de las estructuras que lo caracterizan. Como ya se mencionó con relación al comercio exterior, uno de los elementos básicos a reformar es la estructura agropecuaria, en la búsqueda de una mayor pro- ductividad y de una mejor distribución social de la misma. En lo concerniente a los aspectos monetarios de la economía, los puntos centrales a considerar ASPEC:TI De todo lo examinado se deduce que la pro- blemática monetaria, como el proceso inflacionario en la que se engendró, no ha de encontrar solu- ciones por vías exclusivamente monetarias. Esto no significa negar la posibilidad de que se logre una eshibilidad aspectos monetarios de la economía, e incluso en sus niveles de precios. Pero esa estabilidad no puede negar su endeblez esencial y el costo objetivo que implica: desocu- pación-emigración, congelación de los bajos nive- les de vida.de los sectores más perjudicados durante el proceso inflacionario, mayor dependencia exter- na y agudas tensiones sociales. La inflación se transforma o tiende a constituirse en depresión, sin superar o cambiar el carácter regresivo de la distribución del producto social. Sólo en un desarrollo interno de las fuerzas productivas con que el país cuenta, pero que no utiliza o utiliza mal, puede encontrarse realmente PE
  • 32. 60 RfOS y LAGUNAS Raúl Praderi y Jorge Vivo ARTES, JUEGOS Y FIESTAS TRADICIONALES Equipo de· antropólogos PLANTAS MEDICINALES Blanca A. de Maffei HISTORIA DE NUESTRO SUBSUELO Rodolfo Méndez Alzola LA ECONOMfA EN El URUGUAY EN El SIGLO XX' W. Reyes Abadie y José C. W¡mman (ti). FRONTERA Y LIMITES Salvado~ E. Porta LA VIDA COTIDIANA Y SU AMBIENTE Equipo .de Antropólogos POLlTICAECONÓMICA Y PLANES DE Enrique ·"g'es~as GEOGRAF'A DE LA VIDA Rodolfo V. Talite LA CULTURA NACIONAL COMO Mario Sambarino HACIA ,UNA GEOGRAFfA REC;UOIlAl Asociación de Profe!ores de Geoalrafía EL PUEBLO URUGUAYO: PROCESO RACIAL Y CULTURAL Equipo de anít'OIl)óJOA~!)S PERSPECTIVAS PARA UN PAíS EN CRISIS Luis Faroppa PLAN DE LA OllA FOTBOL: MITO Y REALIDAD Franldin Morales EL COMERCIO Y lOS SERVICIOS DEL ESTADO José Gil LA PRODUCCiÓN Pablo Fierro Vignoli LA CRISIS ECONÓMICA Instituto de Economía EL LEGADO DE lOS INMIGRANTES Daniel Vidart y Renzo Pi Hugane lOS TRANSPORTES Y El COMERCIO Ariel Vidal y luis Marmougét LA CLASE DIRIGENTE Carlos Real de Azúa LA ECONOMfA DEL URUGUAY EN El SIGLO XIX W. Reyes ,Abadie y José C. Wimman (h). LOS MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACiÓN Roque Faraone lA PRADERA Es:eban F. Campal LAS CORRIENTES RELIGIOSAS Alberto Methol - Julio de Santa Ana El SABER Y LAS CREENCIAS POPULARES Equipo de antropólogos ÁRBOLES y ARBUSTOS Atilio L..,mbardo LA ENERGfA, El TRANSPORTE Y LA VIVIENDA Juan Pabl.., Terra (Continuación) LOS EDITORES PODRÁN, SIN PREVIO AVISO, SUSTITUIR CUALQUIERA DE LOS TirULOS O ALTERAR EL ORDEN lOE SU APARICiÓN. FAROPPA, Luis A.: El desarrollo economlco del Uruguay. Montevideo, C. E. C. K A., 196!5_. INSTITUTO DE ECONOMíA (FACULTAD DE CIEN- CIAS ECONóMICAS y DE ADMINISTRACIÓN): l.a restauración del comercio exterior como factor de desarrollo económico nacional. Montevideo, 1956 (N9 8). El sistema dinerario del Uruguay. Montevideo, 1957 (No;> 10). El proceso económico del Uruguay. Contribución al estudio de su evolución y persJ)ectivas. Montevi- deo, Comisión de Publicaciones de la Universidad y Fundación de Cultura Universitaria, 1969. ODDONE, Juan A.: Economía y sociedad en el Uru- guay liberal. Montevideo, Edic. Banda Oriental, 1967. Memorias del Banco de la República, Reseñas estadís- ticas del Banco Central y Anuarios de la Dirección GraL de Estadísticas y Censos. AFIAB LIO ACEVEDO, Eduardo: Anales históricos del Uruguay. Montevideo, Barreiro, 1933. BARRAN, J. P. y NAHUM, B.: Historia Rur·al del Uruguay Moderno - 1851/85. Montevideo. Edic. Ban- da Oriental, 1967. BENVENUTO, Luis Carlos: Breve historia del Uru- guay. Montevideo, Arca, 1967. BUZZETTI, José L.: Historia Económica y Finan· ciera del Uruguay. Montevideo, 1969. C. l. D. E. (COMISIÓN DE INVERSIONES Y DESA- RROLLO 'ECONÓMICO): Estudio Económico del Uruguay (Tomos 1 y Il). Montevideo, 1963 y Plan de Desarrollo Económico y Social Nacional 1965114 (tomo IV). Montevideo, 1965. COURIEL, Alberto y LICHTENSZTEJN, Samuel: El F. M. l. Y la crisis económica nacional. Montevi- deo, Fundación de Cultura Universitaria, 1967.
  • 33. EL MARTES DE LA SEMANA PROXIMA APARECE EL VOLUMEN: EL TURISMO EN EL URUGUAY VOLUMEN EXTRA PLAN DE LA OBRA EL URUGUAY INDIGENA Renzo Pi Hugarle 2 El BORDE DEL MAR Miguel A. KloppenbQch - Viclor Scarabino 3 RELIEVE Y COS1AS Jorge Cnebataroff 4 EL MOVIMIENTO SINDICAL Germán D'Elia S MAMfFEROS AUTOCTONOS Rodolfo V. Talice 6 IDEAS Y FORMAS EN LA ARQUITECTURA NACIONAL Aurelio Lucchini 7 EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA SITUACiÓN NACIONAL Mario H. alero 8 TIEMPO Y CLIMA Sebastián Vieira 9 IDEOLOGíAS POLlTlCAS y FllOSOFfA Jesús C. Guirol 10 RECURSOS MINERALES Del URUGUAY Jorge Bossi 11 ANFIBIOS Y REPTILES M. A. Klappenbach V B. Orejas-Miranda 12 TIPOS HUMANOS Del CAMPO Y LA CIUDAD Daniel Vidart 13 AVES Del URUGUAY Juan p. Cuello 14 LA SOCIEDAD URBMIA Horado Mor:orelll 15 INSECTOS Y ARACNlDOS Carlos S. Corbor.ell 16 LA SOCIEDAD RLJRAL Germón Wellstein - JUiln Rudolf 17 EL DESARROLLO AGROPECUARIO Antonio Pérez Gorcia 111 SUelOS DEL URUGUAY Enrique Marchesi V ArIIgos Duró" 19 HIERBAS DEL URUGUAY Osvaldo del Puerto 20 EL COMERCIO INTERNACIONAL Y LOS PROBLEMAS MONETARIOS Samuel Lichtenstejn EL TURISMO EN EL URUGUAY Volumen extra EL LENGUAJE DE LOS URUGUAYOS Horacio de Manilio EL SECTOR INDUSTRIAL Juan J. Anichini . PECES DE RIO y PECES DE MAR Raúl Vaz Ferreira PARTIDOS POLiTICOS y GRUPOS DE PRESION Antonio Pérez Garda