Los primeros 1000 días de vida, desde la concepción hasta los 2 años, son fundamentales para el crecimiento y desarrollo del niño. Una buena nutrición materna e infantil durante este periodo a través de lactancia materna exclusiva, alimentación complementaria adecuada y monitoreo del crecimiento permite prevenir desnutrición y enfermedades. Promover una educación nutricional integral para las familias es clave para garantizar una adecuada nutrición durante los primeros 1000 días.