El documento explora las teorías sobre el origen del hombre americano, que incluyen la teoría asiática, oceánica, australiana y autóctona, cada una sustentada por evidencias culturales y biológicas. Además, define Mesoamérica como una región cultural sin límites políticos, destacando sus civilizaciones precolombinas y las etapas de desarrollo social y organizativo a través de los horizontes preclásico, clásico y postclásico. La teoría asiática se considera la más sólida, basada en los hallazgos sobre el poblamiento a través del puente de Beringia.