A lo largo de la historia, la organización del trabajo ha cambiado de acuerdo a la evolución de la producción. Inicialmente, en las primeras sociedades humanas, el trabajo se realizaba para garantizar la subsistencia a través de la caza y recolección. Posteriormente, con el surgimiento de la agricultura y la ganadería, se produjo el sedentarismo y la aparición de nuevas profesiones. Más adelante, en las civilizaciones antiguas, la mayoría de los trabajadores eran esclavos al servicio de una