El reinado de Alfonso XIII estuvo marcado por la inestabilidad política y la crisis del sistema de la Restauración. Se sucedieron gobiernos débiles de los partidos del turno e intentos de reforma desde posiciones regeneracionistas que fracasaron ante la oposición creciente de republicanos, socialistas y nacionalistas. La grave crisis de 1917 puso de manifiesto la quiebra del régimen, que se hizo patente tras el desastre militar de Annual en 1921 que llevó a la dictadura de Primo de Rivera.