El documento analiza el uso de términos médicos en el discurso político y cómo esto puede contaminar el lenguaje periodístico. Se encontró que el 68% de los artículos políticos en dos diarios principales contenían términos médicos, lo que sugiere una "medicalización" de la cultura. También se discuten los desafíos éticos relacionados con los conflictos de intereses en la cobertura periodística de temas de salud.