El profesor llenó un frasco con pelotas de golf para representar las cosas más importantes en la vida, como la familia y la salud. Luego agregó canicas para simbolizar otras prioridades como el trabajo y la casa. Finalmente, añadió arena para las pequeñeces de la vida. Aunque el frasco parecía lleno, aún había espacio para el café con un amigo. La lección es enfocarse primero en lo que realmente importa y no dejar que las minucias consuman todo el tiempo.