Rousseau propone en su obra Emilio o de la Educación un método pedagógico basado en el naturalismo, donde la educación sigue los dictados de la naturaleza humana y se centra en tres ámbitos: la formación física, moral y política del individuo. El objetivo es formar al hombre de acuerdo a su esencia natural y evitar la corrupción de la sociedad, mediante una educación que fomente los sentimientos naturales y el aprendizaje a través de la experiencia.