La personalidad criminal se forma por la influencia de factores negativos sociales o ambientales en individuos con deficiencias psicológicas y predisposición genética, y se caracteriza por la falta de temor, inestabilidad de carácter, y excitación al interactuar con otros delincuentes. La criminología clínica estudia factores antropológicos, psiquiátricos, médicos y sociales del delincuente para determinar el origen de su conducta y realizar diagnósticos que permitan aplicar tratamientos para rehabilitar al individuo.