Las tres estrategias clave de intervención familiar descritas en el documento son: 1) entrevistas iniciales y de seguimiento con los padres para intercambiar información sobre la situación del niño, 2) escucha activa por parte de la educadora para comprender mejor las necesidades de los padres, y 3) comunicación no verbal como la postura para establecer una relación de confianza. El objetivo es brindar apoyo a las familias de niños con espina bífida a través de una colaboración entre los padres y la escuela.