2. ¿Qué son los trastornos infantiles?
Los trastornos infantiles del neurodesarrollo son un grupo de alteraciones que
se manifiestan desde edades tempranas y se caracterizan por déficits
cognitivos, comportamentales, psicosociales y neurológicos.
3. Clasificación de los trastornos
Los trastornos del aprendizaje
Los Trastornos de la Conducta
El Trastorno Hiperactivo de Déficit de Atención (su sigla en inglés es ADHD)
El Trastorno de la Conducta
Trastorno con Conducta Oposicionista y Desafiante
El Suicidio de Adolescentes
Los Trastornos de Adaptación
El Trastorno de Tourette
4. Trastornos del aprendizaje
Es un retraso evolutivo de carácter funcional y específico para adquirir
determinadas habilidades (lectura, escritura, cálculo, dibujo, etc.)
Estos niños tienen un nivel cognitivo normal o alto, y su entorno sociocultural es
el adecuado.
Trastornos del desarrollo
Afectaciones en el desarrollo psicomotor, cognitivo, lingüístico y emocional.
Se relaciona con una alteración en el plano orgánico, afectan a la función
neurológica y ejecución de diferentes habilidades.
Trastornos infantiles comunes
5. Trastornos del aprendizaje
Dislexia: Problemas para la lectura y la escritura. (Trastorno de la lecto-
escritura);
discalculia: Problemas para la adquisición de conceptos numéricos (Trastorno
de las matemáticas) y la aritmética;
disgrafias: deficiencias en las habilidades para escribir, debido a dificultades
para recordar y automatizar los movimientos motores para formar letras o
números;
disortografía: Alteración del lenguaje escrito, hay dificultades en la
ortografía y la escritura, se presentan problemas para reconocer, comprender
y asociar los sonidos y los símbolos escritos.
6. Trastornos del desarrollo
Disfasias: dificultades en la adquisición y desarrollo del lenguaje;
afasias: dificultad para leer, hablar, comprender o repetir el lenguaje,
debido a una lesión en las áreas del cerebro;
dislalias: alteraciones en la articulación de los fonemas;
disglosias: trastorno de las articulaciones o malformación de los órganos
periféricos del habla;
disartrias: alteración de la articulación que conlleva una lesión subyacente en
el SNC;
disfemias: afecta a la fluidez del habla;
disfonías: problemas en la voz;
afonías: problemas en la voz.
7. Trastorno Neurológico
Trastornos del espectro autista (TEA)
Dentro de los trastornos infantiles, el autismo es una alteración que interfiere en
el funcionamiento de la comunicación y la interacción social.
Se manifiesta con un patrón de intereses y actividades restringido y repetitivo.
Los síntomas asociados suelen ser reconocibles durante el segundo año de
vida. Los primeros síntomas son un retraso en el desarrollo del lenguaje,
acompañado de falta de interacciones sociales, así como de patrones de
juego o de comunicación poco frecuentes.
8. Clasificación de los síntomas del autismo
El DSM-5 (APA, 2014) establece una clasificación de la severidad de los síntomas
en tres niveles de acuerdo con el nivel de funcionamiento de los ejes de
comunicación e interacción social:
Grado 1: (requiere ayuda). Las deficiencias en la comunicación social causan
problemas importantes: existen dificultades para iniciar interacciones sociales.
La inflexibilidad en el comportamiento causa dificultad para alternar
actividades; los problemas de organización y de planificación limitan la
autonomía.
Grado 2: (requiere ayuda notable). Existen deficiencias en las aptitudes de
comunicación social verbal y no verbal. Existe un inicio limitado de interacciones
sociales. La inflexibilidad en el comportamiento, la dificultad de hacer frente a
los cambios y la presencia de otros comportamientos restringidos y repetitivos
son frecuentes. Existe ansiedad o dificultad, para cambiar el foco de acción.
Grado 3: (requiere ayuda muy notable). Existen deficiencias graves en las
aptitudes de comunicación social, verbal y no verbal. El inicio de las
interacciones sociales es muy limitado y la respuesta a la apertura social es
mínima. Hay inflexibilidad en el comportamiento.
9. Trastorno de la conducta
El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
Dentro de los trastornos infantiles, el TDAH se debe a una alteración de la corteza prefrontal, afectando
a las funciones ejecutivas como la memoria de trabajo, la inhibición de impulsos, la organización y la
planeación.
Se expresa a través de manifestaciones conductuales:
Hiperactividad/impulsividad,
falta de atención,
impulsividad.
Según el DSM-5 (APA, 2014) el trastorno se caracteriza por un patrón persistente de inatención y/o
hiperactividad-impulsividad, la inatención se manifiesta con desviaciones en las tareas, falta de
persistencia, organización y dificultad para mantener la atención, que no se debe a falta de
comprensión.
La hiperactividad es una actividad motora excesiva, y la impulsividad se debe a acciones apresuradas,
sin reflexión y que crean riesgo de dañar al individuo.
Se puede presentar en tres subtipos:
Predominantemente con falta de atención,
predominantemente hiperactivo/ impulsivo,
presentación combinada.
Los síntomas aparecen antes de los 12 años de edad.
10. ¿Cómo evoluciona el TDAH dentro de los trastornos infantiles?
Etapa de lactancia: se muestran inquietos, insaciables, irritados, inconsolables, con
mayor prevalencia de cólicos. (Barkley, 2002; 2006, Miranda él al.,2001);
hasta los dos años: retrasos en el desarrollo motor y en el habla. Actividad excesiva
sin motivo. Atención a los objetos durante periodos muy cortos de tiempo.
Reacciones emocionales inadecuadas, irritabilidad, problema de sueño y/ o
alimentación. (Barkley, 2002; 2006, Miranda él al.,2001);
de dos a cinco años: exceso de actividad motora. Dificultades para relacionarse
con los demás. Desatención. Problemas de regulación emocional y dificultades
para adaptarse a la escuela. Problemas de sueño/vigilia, comidas y control de
esfínteres;
etapa escolar: desobedientes. Entre un 30%-60% son desafiantes u oposicionistas,
especialmente si son varones (Barkley, 2002). Problemas en la adquisición y
aprendizaje lectoescritor;
adolescencia: la hiperactividad en la adolescencia disminuye dando paso a una
sensación subjetiva de inquietud (Barkley,1996). Se presentan conductas de riesgo
como adicciones, accidentes y abandono escolar(Barkley, 2002; Miranda él
al.,2001);
edad adulta: problemas importantes de falta de atención, escasa inhibición.
Dificultades para resistir a los distractores, poca regulación y poca autodisciplina.
La hiperactividad disminuye con los años, pero a menudo son personas inquietas
con necesidad de estar siempre ocupados.(Barkley,2000; Wilens y Dodson,2004).
11. Trastorno de Gilles de la Tourette
Dentro de los trastornos infantiles, el trastorno de la Tourette, afecta a los ganglios basales, en sus
conexiones con la corteza cerebral y el sistema límbico.
Se caracteriza por múltiples tics motores y al menos un tic vocal, ya sean simples o complejos, los
cuales se presentan con frecuencia a lo largo de todo el día.
Los tics pueden ser parpadeos, muecas, gruñidos o aclararse la garganta. El más común de todos es la
coprolalia (groserías y lenguaje socialmente inaceptable).
El trastorno es más común en niños que en niñas y tiene un fuerte componente genético.
Otros factores asociados son el estrés, hábito de fumar de la madre durante el embarazo y bajo peso al
nacer.
Existen tratamientos farmacológicos y conductuales, pero el trastorno tiende a persistir durante toda la
vida una vez que se diagnostica.
En el caso del trastorno de tics motores o vocales persistente, si se manifiestan durante menos de un
año, este suele disminuir y desaparecer después de algunos años.
Hemos de tener en cuenta, que estos trastornos infantiles afectan de manera severa a estos niños
en el colegio, ya que el carácter disruptivo por la presencia de los tics, unido a las dificultades de
atención, escasa flexibilidad e impulsos en muchas actividades, favorece el fracaso escolar.
12. Los siguientes son los síntomas más comunes del trastorno de la conducta. Sin
embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente.
Los 4 grupos principales de comportamientos son los siguientes:
Conducta agresiva. La conducta agresiva causa o amenaza con daño físico a
otros y puede incluir lo siguiente:
Comportamiento intimidatorio
Acoso
Peleas físicas
Crueldad con otros o con animales
Uso de armas
Forzar a alguien a actividad sexual, violación o acoso sexual
Conducta destructiva. La conducta destructiva puede incluir las siguientes:
Vandalismo; destrucción intencional de la propiedad
Incendio provocado
Falsedad. El comportamiento deshonesto puede incluir los siguientes:
Mentir
13. Robar
Hurto en tiendas
Delincuencia
Violación de reglas. La violación de reglas ordinarias de conducta o normas
apropiadas a la edad pueden incluir las siguientes:
Ausentismo escolar (no asistir a la escuela)
Escapar
Burlas
Maldades
Actividad sexual muy temprana
Los síntomas del trastorno de la conducta pueden parecerse a otras
condiciones o problemas médicos. Siempre consulte con el médico de su hijo
para un diagnóstico.
15. Trastornos emocionales
Los trastornos de ansiedad (que pueden presentarse como ataques de pánico
o preocupaciones excesivas) son los más frecuentes en este grupo de edad, y
más comunes entre adolescentes mayores que entre adolescentes más
jóvenes. Se calcula que el 3,6% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 4,6%
de los de 15 a 19 años padece un trastorno de ansiedad. También se calcula
que el 1,1% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 2,8% de los de 15 a 19
años padecen depresión. La depresión y la ansiedad presentan algunos
síntomas iguales, como son cambios rápidos e inesperados en el estado de
ánimo.
La ansiedad y los trastornos depresivos pueden dificultar profundamente la
asistencia a la escuela, el estudio y el hacer los deberes. El retraimiento
social puede exacerbar el aislamiento y la soledad. La depresión puede llevar
al suicidio
16. Trastornos del comportamiento
Los trastornos del comportamiento se presentan con una mayor
frecuencia entre los adolescentes jóvenes que entre los adolescentes
mayores. El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH),
caracterizado por la dificultad para prestar atención, un exceso de
actividad y comportamientos en los que no se tienen en cuenta las
consecuencias, lo padece el 3,1% de los adolescentes de 10 a 14 años y el
2,4% de los de 15 a 19 años (1). El trastorno disocial (con síntomas de
comportamiento destructivo o desafiante) se produce en el 3,6% de los
adolescentes de 10‑14 años y en el 2,4% de los de 15-19 años (1). Los
trastornos del comportamiento pueden afectar a la educación de los
adolescentes y el trastorno disocial puede dar lugar a comportamientos
delictivo
17. Trastornos de la conducta alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia nerviosa y la
bulimia nerviosa, suelen aparecer durante la adolescencia y la juventud.
Este tipo de trastornos se presentan con comportamientos alimentarios
anormales y preocupación por la comida y, en la mayoría de los casos, por
el peso y la figura corporales. La anorexia nerviosa puede producir la
muerte prematura, a menudo debido a complicaciones médicas o al
suicidio, y tiene asociada una mortalidad superior a la de cualquier otro
trastorno mental.
18. Psicosis
Los trastornos con síntomas de psicosis suelen aparecen a finales de la
adolescencia o a principios de la edad adulta. Algunos síntomas de la
psicosis son alucinaciones o delirios. Esas experiencias pueden afectar
gravemente a la capacidad del adolescente para participar en la vida diaria
y la educación, y en muchos casos llevan a situaciones de estigmatización
o a violaciones de los derechos humanos.
19. Suicidio y autolesiones
El suicidio es la cuarta causa de muerte entre los adolescentes mayores (15
a 19 años) (2). Los factores de riesgo del suicidio son diversos: abuso del
alcohol, malos tratos en la infancia, estigmatización a la hora de buscar
ayuda, obstáculos que impiden recibir atención y el disponer de medios
para suicidarse. Los medios digitales, como cualquier otro medio, pueden
desempeñar un papel importante en la mejora o el empeoramiento de las
medidas de prevención del suicidio.
20. Conductas de riesgo
Muchos comportamientos de riesgo para la salud, como el consumo de
sustancias o las prácticas sexuales de riesgo, comienzan durante la
adolescencia. Los comportamientos de riesgo pueden responder a una
estrategia inútil para hacer frente a dificultades emocionales y pueden
tener efectos muy negativos en el bienestar mental y físico del
adolescente.
En todo el mundo, la prevalencia de los episodios de ingesta masiva de
bebidas alcohólicas entre los adolescentes de 15 a 19 años fue del 13,6%
en 2016; el riesgo más elevado correspondió a los hombres (3).
El consumo de tabaco y de cannabis son problemas adicionales. Muchos
fumadores adultos consumen su primer cigarrillo antes de los 18 años. El
cannabis es la droga que más utilizan los adolescentes: en 2018, alrededor
de un 4,7% de las personas de 15 a 16 años la consumieron al menos una
vez (4).
La comisión de actos violentos es una conducta de riesgo que puede
aumentar las probabilidades de que la persona tenga un bajo rendimiento
educativo, sufra lesiones, participe en delitos o muera. La violencia
interpersonal fue clasificada en 2019 como una de las causas principales
de muerte entre los adolescentes de mayor edad (5).
23. Trastornos de la personalidad
trastorno límite de la personalidad sufren por su falta de
personalidad: Sufren ansiedad debido a su carácter
dubitativo y su falta de capacidad para controlar sus
emociones extremas.
Esto irremediablemente acostumbra a acabar
desencadenando un deterioramiento de sus relaciones
sociales, pues resulta muy difícil convivir con ellas.
La autoestima se puede ver muy dañada en estos casos.
24. Trastornos del estado de ánimo
El trastorno depresivo se caracteriza por los sentimientos de
desesperación que sienten las personas que lo sufren. Esta psicopatología
afecta mucho a la capacidad de actuar de la persona, siendo recurrentes los
pensamientos que abocan a la decepción y la frustración.
Por otro lado, el trastorno bipolar se caracteriza por tener unos estados de
ánimo muy exagerados, que alternan momentos de gran depresión con otros
de gran exaltación. No se trata, pues, de meros cambios de humor, sino de
una inestabilidad emocional que puede causar grandes problemas en la
experiencia vital de quien padece esta afectación psicológica.
25. Trastornos de la ansiedad
En este tipo de trastornos
psicológicos la angustia se apodera
quien los padece. El estrés por el
miedo o la incertidumbre llega a
dominar a la persona de tal manera
que acaba afectando a su día a día
(trabajo, familia, relaciones
sociales, etc.).
Una de las manifestaciones son los
ataques de pánico. Se trata de
apariciones repentinas de una
sensación muy intensa de terror
que pueden hacer dudar por la
integridad física de la persona. Se
produce mucha somatización, es
decir, síntomas físicos tales como
la falta de aire, palpitaciones, sudor,
etc.
Los trastornos fóbicos también producen una
serie de afectaciones relacionadas. Pueden
tratarse de miedos irracionales a objetos o
animales como por ejemplo cuchillos o serpientes,
pero también existen fobias más complejas. Por
ejemplo, quien sufre fobia social siente una
ansiedad extrema a la hora de interactuar con
otros seres humanos en determinados contextos.
El trastorno obsesivo-compulsivo también
pertenece al grupo de los problemas psicológicos
clasificados como trastornos de la ansiedad.
Quien padece este trastorno sufre mucha
angustia y estrés debido a sus pensamientos
obsesivos. Para tener control sobre las
situaciones de su vida diaria según estos
pensamientos, la persona puede desarrollar una
serie de rituales para mitigar la fuente de estrés.
Un ejemplo es el miedo a contaminarse o
infectarse al tocar ciertos objetos.
26. Trastornos de la conducta alimentaria
La anorexia nerviosa Comen menos cantidad, restringen ciertos alimentos o
incluso hacen mucho ejercicio para adelgazar. El perfil de este tipo de
personas es generalmente de tipo obsesivo, guardando relación con el caso
que hemos visto en el grupo de trastornos anterior.
la bulimia nerviosa la persona puede privarse de comida durante horas para
luego acabar dándose atracones de comida desmesurados.
Maniobras para luego tratar de deshacerse de todo lo comido puede ser el
vómito o incluso los laxantes.
27. Trastornos psicóticos
La persona pierda el contacto con la realidad.
Estas personas sufren falsas creencias a través de los delirios y falsas
percepciones a través de las alucinaciones. Sin duda los delirios y las
alucinaciones son dos de los síntomas más representativos, los cuales pueden
manifestarse de forma combinada o solamente uno de los dos.
Los trastornos delirantes: se caracteriza por desarrollar algún delirio en una
parte de la vida de la persona que poco a poco va afectando al resto de su
vida. Su conducta acaba siendo muy condicionada,
Los trastornos de la esquizofrenia. Puede ser especialmente grave este
últique diversas alucinaciones pueden perturbar y mermar mucho la calidad
de vida de la persona afectada.mo, ya
29. Delirium o síndrome confusional
agudo.
El delirium es un cuadro clínico en donde se sufre alteración de la
conciencia (desorientación y la percepción, y experimentan cambios en el
lenguaje, la memoria, el pensamiento y todo lo que tiene que ver con las
funciones cognitivas.
pérdida de la conciencia, la memoria o la orientación durante unas horas.
El paciente se siente tan confundido que puede tener problemas de
comunicación o no saber quién es.
30. Demencia
Bajo el término demencias se aglutinan diferentes trastornos mentales
que interfieren drásticamente en el funcionamiento normal de una
persona mayor, llegando a incapacitarle en su día a día. El origen de la
demencia la encontramos en el deterioro de las neuronas del cerebro y
que, además de ser crónico, incide directamente en la concentración, el
aprendizaje y la memoria de la persona que la padece.
Algunos de los síntomas más comunes, fácilmente identificables y que
pueden actuar como alerta son: la tendencia a olvidar episodios
recurrentes, dejar de lado los hábitos o aficiones o dificultad para
orientarse en tiempo y espacio, entre otras.
31. Depresión
Si bien es cierto que la depresión es una enfermedad mental que puede
aparecer en cualquier edad, hasta hace poco no se prestaba la suficiente
atención a la aparición de comportamientos depresivos en las personas
mayores. Algunos de estos comportamientos, que se interpretaban como
algo colateral a la vejez, y que sin embargo, son sintomáticos son: la
tristeza, el desinterés por cosas que siempre le habían despertado
sentimientos positivos, el aislamiento…
32. Trastornos de sueño
incluyen alteraciones como insomnio, somnolencia diurna y otros trastornos
específicos como apnea obstructiva del sueño. Su incidencia en la población
anciana es enorme. El sueño favorece la liberación de hormonas anabólicas, y
su disminución está asociada con el proceso de envejecimiento. Por otro lado,
la ausencia de un descanso reparador está asociada al dolor corporal,
alteraciones de la presión arterial, el ritmo cardíaco; microinfartos cerebrales
o riesgo de ictus. Asimismo, influye en la disminución de la atención, la
memoria de corto plazo, y deterioro cognitivo secundario.