La sandía es una planta de la familia de las Cucurbitáceas con frutos de gran tamaño y corteza dura. Requiere temperaturas entre 21°C y 40°C, y entre 500 y 700 mm de precipitación anual. La mosca blanca es una plaga que causa daños directos a la sandía al alimentarse de su savia y transmitir virus, reproduciéndose de forma asexual en primavera y sexual en otoño.