Pláticas cuaresmales 2013 Tema I
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Este documento presenta las pláticas cuaresmales de 2013. La primera plática se centra en la profesión de fe y examina las tentaciones personales a la luz de las tentaciones de Jesús en el desierto. Se enfatiza que la fe debe demostrarse con obras de misericordia y que Dios ofrece su gracia a través de la oración y los sacramentos.
Pláticas cuaresmales 2013 Tema I
- 1. Pláticas Cuaresmales 2013 LOGOTIPO: Árbol|Cruz Monograma|IHS Sol|Eucaristía Nave|Iglesia TEMA I: La profesión de FE
- 2. Año de la FE 11 Octubre 2012 24 Noviembre 2013 “La fe crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo”. S. S. Benedicto XVI
- 3. ORACIÓN Concédenos Señor que las prácticas que hacemos cada año, por la cuaresma, como son las obras de penitencia; nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo, y lo profesemos con nuestras obras; y que llevemos una vida más cristiana, dando testimonio que no sólo de pan vive el hombre; sino de toda palabra que viene de Dios y que veamos un horizonte lleno de vida resucitada en Jesús vivo. Amén.
- 4. MOTIVACIÓN Deuteronomio 26, 4-10 La entrega de las primicias
- 5. I DOMINGO CUARESMA Lucas 4, 1-13 Las tentaciones de Jesús en el desierto
- 6. MI PROFESIÓN DE FE ¿Cuáles son mis tentaciones? “Nadie puede conocerse así mismo sino es tentado, ni puede ser coronado si no ha vencido, ni puede vencer si no ha luchado, ni puede luchar si carece de enemigo y de tentaciones… “ San Agustín
- 7. EVALUACIÓN Y CONFRONTACIÓN CON SAN PABLO Romanos 10, 8-13 ¿Lo que creo en mi corazón, lo profeso con mis palabras y con mis obras? OBRAS DE MISERICORDIA (Mateo 25, 31-46) CORPORALES ESPIRITUALES 1. Visitar a los enfermos. 1. Enseñar al que no sabe. 2. Dar de comer al hambriento. 2. Dar buen consejo al que lo necesita. 3. Dar de beber al sediento. 3. Corregir al que se equivoca. 4. Dar posada al peregrino. 4. Perdonar al que nos ofende. 5. Vestir al desnudo. 5. Consolar al triste. 6. Visitar a los encarcelados. 6. Sufrir con paciencia los defectos del prójimo. 7. Enterrar a los muertos. 7. Rogar a Dios por los vivos y los difuntos. No basta que tengamos fe, hay que demostrarla con nuestras obras. San Pablo
- 8. ¿Qué nos enseña este acontecimiento? Habrá un juicio final que se basará en el amor; es decir, en cuánto hayamos amado o dejado de amar a los demás. Dios da su gracia a través de la oración y los sacramentos. Su gracia puede suplir todas nuestras debilidades.
- 9. ORACIÓN Salmo 90 Señor, en esta reflexión he descubierto que si creo en ti, tendré la salvación, la fuerza, la luz, el acompañamiento en los momentos difíciles de mi vida y de los que viven conmigo. Dame fuerza para poder profesar esta fe cuando me vaya mal y cuando me vaya bien. R. Tú, eres mi Dios y en ti confío. Tú que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del todopoderoso, dile al Señor; tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres mi Dios y en ti confío. R. Tú, eres mi Dios y en ti confío. No temeré desgracia alguna, ninguna calamidad caerá sobre mi casa, pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden de protegerme a donde quiera que vaya. R. Tú, eres mi Dios y en ti confío. Los ángeles de Dios me llevarán en brazos para que no tropiece con las piedras, podré pisar los escorpiones y las víboras; y dominar las fieras. R. Tú, eres mi Dios y en ti confío. Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te libraré y te pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escucharé, y en tus angustias estaré contigo, te libraré de ellas y te colmaré de honores. R. Tú, eres mi Dios y en ti confío.
- 10. ORACIÓN Salmo 90 Señor, en esta reflexión he descubierto que si creo en ti, tendré la salvación, la fuerza, la luz, el acompañamiento en los momentos difíciles de mi vida y de los que viven conmigo. Dame fuerza para poder profesar esta fe cuando me vaya mal y cuando me vaya bien. R. Tú, eres mi Dios y en ti confío. Tú que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del todopoderoso, dile al Señor; tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres mi Dios y en ti confío. R. Tú, eres mi Dios y en ti confío. No temeré desgracia alguna, ninguna calamidad caerá sobre mi casa, pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden de protegerme a donde quiera que vaya. R. Tú, eres mi Dios y en ti confío. Los ángeles de Dios me llevarán en brazos para que no tropiece con las piedras, podré pisar los escorpiones y las víboras; y dominar las fieras. R. Tú, eres mi Dios y en ti confío. Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te libraré y te pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escucharé, y en tus angustias estaré contigo, te libraré de ellas y te colmaré de honores. R. Tú, eres mi Dios y en ti confío.