La ciudad romana de Pompeya, ubicada cerca de Nápoles, fue sepultada por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., conservando sus estructuras y objetos. Con una población de unas 20,000 personas, Pompeya contaba con viviendas, templos, un anfiteatro, termas y un prostíbulo. Las excavaciones realizadas en los últimos siglos han permitido reconstruir cómo era esta próspera ciudad hace 2,000 años antes de su destrucción durante la erupción volcánica.