El documento discute la evolución de la publicidad en el siglo XXI, enfatizando que aunque las herramientas permanecen constantes, las formas y métodos utilizados han cambiado significativamente. Se menciona el contraste en los enfoques publicitarios desde 1965 hasta la actualidad, reflejando la transición de medios tradicionales a formatos digitales. En esencia, el publicista ha pasado de un enfoque 1.0 a 2.0, adaptándose a nuevas tendencias y tecnologías.