La educación es un derecho universal y un servicio de orden público esencial para el desarrollo de la identidad y la capacidad humana en la sociedad. El estado debe garantizar igualdad de oportunidades en la educación de calidad, regulando los servicios educativos para evitar inequidades. La ley general de educación 66-97 establece principios que aseguran una educación integral y sin discriminación, promoviendo valores éticos y morales fundamentales para el progreso social.