El documento discute cómo los estudiantes sobresalientes en la universidad a menudo no tienen tanto éxito en la vida real. Explica que la inteligencia académica medida por las calificaciones no siempre predice el rendimiento fuera de la universidad, y que la inteligencia práctica y la capacidad de emprender son más importantes para el éxito. También sugiere que los sistemas educativos deberían enfocarse más en preparar a los estudiantes para la vida real en lugar de evaluarlos solo por sus calificaciones.