El documento describe las posibilidades de la abstracción a través de la capacidad del autor de abstraer diferentes elementos de su entorno durante días de la semana en su oficina. El lunes abstrae orejas, el martes relojes de pulsera, y el miércoles botones. Aunque a veces la abstracción puede ser malsana, también puede servir para consolarse como cuando el autor abstrae las lágrimas de su secretaria luego de enterarse que fue cesado.