El documento resume las características principales del castellano medieval hablado en la Península Ibérica entre los siglos X y XV. Explica que la primera gran obra literaria en castellano medieval fue el Cantar de Mío Cid a finales del siglo XII. Además, describe que el sistema fonológico del castellano antiguo era más similar a otras lenguas romances que el actual y que existían variaciones gramaticales como formas dobles de verbos y el uso del verbo ser como auxiliar en algunos verbos intransitivos.