Este documento discute la subjetividad en el lenguaje. Argumenta que el lenguaje no es simplemente un instrumento de comunicación, sino que es inherente a la naturaleza humana. Define al ser humano como un "hombre hablante" y señala que la capacidad de un hablante para posicionarse a sí mismo como sujeto ("yo") es constitutiva de la persona y crea la categoría de la persona tanto dentro como fuera del lenguaje.