Las habilidades médicas son un conjunto de conocimientos técnicos, destrezas prácticas y competencias interpersonales que los profesionales de la salud utilizan para diagnosticar, tratar y gestionar las condiciones de los pacientes. Se dividen en habilidades duras (técnicas específicas como el diagnóstico por imagen) y habilidades blandas (como la empatía y la comunicación), y son fundamentales para brindar una atención de calidad.