El documento habla sobre las tendencias educativas del siglo XXI. Propone el "pensamiento complejo" como un método para generar conocimiento que vincule conceptos desvinculados y no intente reducir la complejidad de la realidad. Algunos principios fundamentales son que el aprendizaje se da a través de interacciones y que los efectos también son causas. La educación debe enfocarse en el conocimiento global, la condición humana universal y reconocer la identidad terrenal, enfrentar las incertidumbres e inculcar la comprensión.