La historia de las prótesis dentales se remonta a las antiguas civilizaciones como los etruscos y fenicios. Las primeras prótesis modernas aparecieron en el siglo XV y estaban hechas de hueso o marfil. En el siglo XIX se inventó el caucho vulcanizado que se convirtió en el material más usado para bases de prótesis hasta la llegada de las resinas acrílicas en el siglo XX. Las prótesis se usan para reemplazar dientes perdidos y restaurar funciones como la masticación y la fonética