El documento explora la influencia de la música en el cerebro humano, destacando cómo la práctica musical modifica la estructura y función cerebral, mejorando capacidades como la memoria y el razonamiento. Se menciona que el cerebro de los músicos tiene características distintivas, incluyendo un aumento en el tamaño de ciertas áreas relacionadas con la audición y la emoción. Además, se aborda el papel de la metacognición en el aprendizaje musical, subrayando la importancia de la regulación y control de los procesos cognitivos involucrados.