La psicomotricidad infantil se ocupa de la interacción entre el conocimiento, la emoción, el movimiento y su importancia para el desarrollo de la persona. A través de acciones corporales como jugar y manipular objetos, los infantes se sitúan en el mundo y adquieren aprendizajes necesarios para desarrollarse. Los objetivos son estimular las capacidades sensitiva, perceptiva y representativa de los niños para contribuir a su desarrollo físico, afectivo, social e intelectual.