El documento describe la oración de alabanza como un acto de reconocimiento de la grandeza de Dios y de apertura a su gracia. No se trata de un monólogo egoísta, sino de entablar una relación de amistad con Dios mediante la alabanza, la admiración de sus obras y la acción de gracias. La alabanza produce frutos como la manifestación del amor, la paz y el gozo de Dios en los corazones. Aunque a veces cuesta alabar por debilidades humanas, la alabanza sincera conduce a un encuent