El documento describe el nuevo modelo económico de Bolivia basado en el aprovechamiento de los recursos naturales para beneficio de los bolivianos. El modelo redistribuye los excedentes económicos a través de programas sociales para reducir la desigualdad y la pobreza. Los resultados incluyen un crecimiento sostenido del PIB impulsado por la demanda interna, mayor inversión extranjera, y un superávit fiscal que ha permitido una política de endeudamiento sostenible.