La renovación y reparación tisular implica la sustitución de células muertas o dañadas por células sanas a través de los procesos de regeneración o cicatrización. La regeneración implica el reemplazo de células del mismo tipo, mientras que la cicatrización sustituye el tejido por tejido conectivo. La capacidad de regeneración depende del tipo de célula, desde células que se renuevan continuamente hasta células permanentes que no se regeneran.