La reparación tisular involucra regeneración y cicatrización. La regeneración permite la recuperación completa del tejido dañado mientras que la cicatrización puede producir alteraciones estructurales. El proceso de cicatrización involucra tres fases: hemostasia e inflamación, proliferación y remodelación. Células, matriz extracelular y señales moleculares juegan un papel clave en la reparación del tejido a través de estos procesos.