Richard Rogers discute las estrategias para convertir ciudades difusas en ciudades sostenibles más compactas donde la belleza y la función se complementen. Señala que las ciudades deben mantener un equilibrio entre la población, los recursos y el medio ambiente. También destaca la importancia de los espacios públicos abiertos y la participación ciudadana en la planificación urbana para crear comunidades más inclusivas, como se ha logrado en ciudades como Curitiba, Barcelona y algunas ciudades de Estados Unidos.