Desde el 1 de enero de 2014, Repsol cambia su contabilización de gas natural a consolidación por puesta en equivalencia. En 2014, el beneficio neto ajustado fue de 1.707 millones de euros, superior al de 2013, gracias a su modelo integrado y a la recuperación de YPF. Además, la compañía mantiene una sólida posición financiera con un dividendo atractivo y un aumento en la producción del 8%, a pesar de las interrupciones en Libia y la caída de precios del crudo.